De fiesta por el beato Juan Pablo II | Custodia Terrae Sanctae

De fiesta por el beato Juan Pablo II

Belén - Jerusalén, 1 de mayo de 2011

Por la mañana en Belén

Al mismo tiempo que la plaza de San Pedro de Roma exultaba y se conmovía por la beatificación de Juan Pablo II, lo mismo ocurría en Tierra Santa.

En este segundo domingo de Pascua, domingo de la Divina Misericordia, Karol Wojtyla ha sido el centro de las celebraciones en los Santos Lugares, aquellos lugares que recorrío hace once años y en los cuales rezó, ya golpeado por la enfermedad.

En Belén han sido numerosos los fieles que se han reunido en la Fundación que lleva el nombre del nuevo beato para participar en la misa matutina que ha presidido el Delegado apostólico para Jerusalén, S. E. Mons. Antonio Franco, que ha recordado en su homilía el paso de Juan Pablo II por esta tierra y sus palabras de esperanza para este pueblo.

Tras la eucaristía, Mons. Franco ha inaugurado - junto al ecónomo de la Custodia de Tierra Santa y presidente de la Fundación para el Oriente Medio, fray Ibrahim Faltas y al Primer Ministro de la Autoridad Palestina, Salam Fayad- una estatua dedicada al Pontífice beatificado hoy. Con una altura de tres metros y realizada en mármol por un artesano palestino representa a Wojtyla con los brazos hacia el cielo en el gesto de saludo y bendición que tantas veces hizo en sus múltiples viajes, en sus numerosísimos encuentros. En esta celebración del “Papa del diálogo y del trabajo” estaban también los representantes de la ACLI (Asociación Cristiana de Trabajadores Italianos, en sus siglas en italiano) que han unido a la fiesta de la beatificación la correspondiente a la de los trabajadores italianos.


Fotos de Marie Armelle Beaulieu y Johny Michel




Por la tarde en el Patriarcado latino de Jerusalén

Por la tarde, en la concatedral del Patriarcado latino de Jerusalén se ha celebrado la misa de acción de gracias en honor de Juan Pablo II, concelebrada por los Ordinarios Católicos de Tierra Santa y presidida por S. B. el Patriarca, Mons. Fwad Twal. El padre Custodio de Tierra Santa, fray Pierbattista Pizzaballa, ha sido el encargado de pronunciar la homilía.

En su homilía ha hablado del misterio del resucitado, del tema de la misericordia de Dios -tema de este domingo- “que se abre, que abre su corazón para hacernos entrar, para acogernos dentro”, pero, sobre todo y según las palabras del Custodio,del recuerdo del Papa Wojtyla y de su viaje con ocasión del Jubilio del año 2000, “un punto de referencia en el camino de la Iglesia y su relación con el Judaísmo y el Islam. Las visitas históricas al Muro de las Lamentaciones y a las mezquitas están todavía impresas en nuestra memoria”.

“En su peregrinación -sigue diciendo el padre Pizzaballa- el Santo Padre dijo: “Para todos nosotros, Jerusalén, como su propio nombre indica, es la Ciudad de la Paz”. ¡Y en cuántas ocasiones el Papa alzó su voz para invocar el don de la paz sobre esta ciudad, sobre la Tierra Santa, sobre el Oriente Medio y sobre el mundo entero! La Tierra Santa siempre estuvo en su pensamiento y en sus preocupaciones. En este contexto en que vivimos, golpeado por el odio y las divisiones, por la tensión perenne, por el rencor y, sobre todo, por el miedo, la voz de Juan Pablo II se levantó siempre con autoridad para invitar a todas las partes a encontrarse, a superar las hostilidades recíprocas pero, sobre todo, a abandonar toda forma de violencia, de la que sólo puede surgir más violencia”.

Para concluir, el Custodio ha citado las últimas palabras del libro “Memoria e identidad” del Papa ya beato: “El mal no se olvida fácilmente por quien lo ha experimentado directamente. Sólo se puede perdonar. ¿Y qué significa perdonar sino apelar al bien, que es más grande que cualquier mal? La Redención constituye el límite divino impuesto al mal. ¿Es esta la respuesta al mal de nuestro tiempo? En el misterio de la Redención, la victoria de Cristo sobre el mal se le da al hombre no sólo como una ventaja sino también como una obligación”.


Fotos de Andres Bergamini

Texto de Serena Picariello