De Ain Karem a Jerusalén: todos reunidos en torno a la Virgen María | Custodia Terrae Sanctae

De Ain Karem a Jerusalén: todos reunidos en torno a la Virgen María

El sábado 30 de mayo los franciscanos se han reunido en su santuario de la Visitación en Ain Karem para celebrar la misa de la fiesta de la Visitación. Este pueblo, cercano a Jerusalén, está rodeado de vegetación y las flores del jardín de la iglesia emanan un intenso olor. Fray Wladyslaw Brzezinski ofm, superior del convento, nos explica: «La Visitación se celebra habitualmente el 31 de mayo, pero como este año el 31 cae en el domingo de la Santísima Trinidad, la hemos anticipado a la víspera». En ausencia del padre custodio, la misa ha estado presidida por el vicario custodial, fray Dobromir Jasztal.
Desde hace 25 años esta fiesta está asociada para los franciscanos a la concesión de los ministerios de Lector y Acólito a los seminaristas. Fray Dobromir Jasztal, en su homilía, se ha dirigido a los diez estudiantes: «Son los primeros pasos hacia el ministerio sacerdotal. Recibiréis la Biblia, para transmitir fielmente la Palabra de Dios, y el vino y el cáliz para la celebración de la eucaristía y para servir la misa». Estas etapas son necesarias para los seminaristas para poder así convertirse en diáconos y, después, en sacerdotes.
La misa ha concluido con una procesión hasta la cripta, donde María se habría encontrado con su prima Isabel. Un aperitivo ha refrescado la mañana mientras los frailes se intercambiaban las felicitaciones.
Para los frailes, la jornada ha terminado en Jerusalén con los parroquianos, que se han congregado para celebrar la fiesta de María. Mientras que en la iglesia del convento, tras el rezo del rosario, el patriarca S.B. Mons. Fuad Twal ha presidido la misa en una iglesia rebosante de fieles, en el patio del convento los frailes han esperado a la asamblea. Aquí, desde la víspera, ondeaban las banderas del Vaticano y Tierra Santa, mientras los exploradores velaban en torno al altar erigido en honor a la Virgen. Algunos parroquianos han depositado ramos de flores en espera de la procesión; otro gran ramo de flores lo había colocado ya el franciscano más joven, después del almuerzo, según la tradición.
En la parroquia, todo el mes de mayo está jalonado por las tardes por el rezo del rosario y la misa en las iglesias de Beit Hanina, Betfagé y San Salvador. Las religiosas del Rosario -cuya fundadora, santa María Alfonsina Gatas, era de la parroquia de Jerusalén- se han unido a la asamblea. El calor del día no ha impedido a la multitud unirse a la procesión, aunque el refresco, ofrecido inmediatamente después, lo ha mitigado levemente y poco después el convento de San Salvador ha vuelto al silencio al caer la noche.

Hélène Morlet