Cuarta marcha franciscana en Siria | Custodia Terrae Sanctae

Cuarta marcha franciscana en Siria

5-11 de septiembre de 2008. “Pablo, de perseguidor a apóstol de Jesucristo”. Este ha sido el lema que ha guiado las reflexiones de la cuarta marcha franciscana en Siria.

¡¿Y quién, mejor que san Pablo, nos podía servir de guía para conocer, amar y seguir a nuestro Dios?!

La figura y la teología de san Pablo son muy sugestivas como tema de reflexión y de profundización en este tiempo en el que toda la Iglesia, por invitación del papa Benedicto XVI, celebra el jubileo por los dos mil años del nacimiento del Apóstol de las gentes. Y nosotros, jóvenes de Siria, país en el que ocurrió el más grande evento de la vida de san Pablo –la llamada en el camino de Damasco- no podíamos dejar de caminar reflexionando sobre la importancia de este acontecimiento y también de su reflejo en nuestra historia personal.

Un importante estudioso contemporáneo nos explica que, para comprender la teología de Pablo, no es suficiente partir de Tarso, ciudad en la que nació y recibió su primera educación. No basta partir de Jerusalén, ciudad en la que Saulo fue educado y pudo enfrentarse a los apóstoles, y de modo especial a Pedro. No es suficiente partir de Antioquía, ciudad que sirvió de punto de referencia de todos sus viajes misioneros. Es cierto que estas ciudades han tenido su importancia en la formación de san Pablo, y que han contribuido a su crecimiento moral y espiritual. Pero para introducirnos en el pensamiento de Pablo, y para comprender su aproximación a Cristo y al misterio de la salvación es absolutamente necesario partir de Damasco, porque Damasco constituye el momento primero de su contacto con la luz y el cambio de rumbo que determinó todo el resto de su vita (Carlo Ghidelli, Un anno con San Paolo).

Han sido, por tanto, días de alegría y de oración durante los cuales, acompañados del Apóstol de las gentes, hemos recorrido la zona de nuestra misión del Norte, Ghassanieh, Yacubieh y Knayeh, lugares que recuerdan nuestros orígenes como Iglesia apostólica en Siria, y distantes de la famosa ciudad de Antioquía sólo pocos kilómetros.

La participación de los jóvenes este año ha sido realmente significativa, tanto por su elevado número como por la variedad de procedencia de los mismos, dentro y fuera de las fronteras sirias (Jordania, Líbano, Iraq, Egipto). La gran cantidad de los “colores nacionales” de los participantes ha posibilitado un enriquecimiento e intercambio de dones culturales. También la participación de 5 frailes menores(fray Bahjat Karakash, neo presbítero, fray Rami Asakrieh, fray Ibrahim Sabbagh, fray Rami Petraki y fray Firas Lutfi), y de cuatro religiosas (dos Misioneras de María, una de Santa Dorotea, y una franciscana del Corazón Inmaculado de María), han contribuido a crear un clima más fraterno y edificante.

Para celebrar el año santo paulino, Mons. Giuseppe Nazzaro, Vicario Apostólico de Siria, ha concedido a los participantes en la marcha una indulgencia plenaria.

Agradecemos de corazón a todos los frailes que nos han apoyado con todo tipo de ayuda, espiritual y material, y en particular a fray Ibrahim Younes, fray Antoine Louxa, fray Hanna Jallouf y a fray Georges Abou-Khazen.

La marcha quiere ser, sobre todo, una ocasión de promoción vocacional, ayudando a los jóvenes a escuchar la voz del Señor, invitándoles a la generosidad de la respuesta: Señor, ¿qué quieres que haga?. Por eso, os pido que os unáis a nuestras oraciones para que el Señor nos bendiga con muchas vocaciones, a la medida de su Corazón.

fray Firas Lutfi ofm
Animador vocacional para Siria