Cristianos y judíos discuten en hebreo sobre el Sínodo de los Obispos para el Oriente Medio | Custodia Terrae Sanctae

Cristianos y judíos discuten en hebreo sobre el Sínodo de los Obispos para el Oriente Medio

Una vez que ya han regresado los obispos de Tierra Santa de la Asamblea especial del Sínodo para el Oriente Medio se multiplican las iniciativas en los distintos países para presentar a los fieles, y a todos aquellos interesados en las reflexiones, las cuestiones que se han estudiado, las pregutnas que se han hecho y los medios para llevar a cabo las 44 resoluciones finales que se han publicado con motivo de este momento tan intenso para la Iglesia de la región.
Uno de estos encuentros ha sido el que se ha celebrado en Jerusalén el miércoles 15 de diciembre. Su doble originalidad se basa, en primer lugar, en el hecho de que tal encuentro ha sido organizado por la Asamblea de los Ordinarios de Tierra Santa en colaboración con el Instituto de Jerusalén para los Estudios sobre Israel (Jerusalem Institute for Israel Studies – JIIS), el Centro de Jerusalén para las Relaciones Judeo-Cristianas (Jerusalem Center for Jewish-Christian Relations JCJCR), y el Consejo de Coordinación Interreligiosa en Israel (Interreligious coordinating Council in Israel ICCI); y en segundo lugar, por el hecho de que se ha desarrollado en lengua hebrea.
El primer grupo de oradores estaba formado por personas que han vivido el Sínodo desde dentro.
Monseñor William Shomali, obispo auxiliar del Patriarcado latino de Jerusalén, ha expuesto las intenciones y finalidades del Sínodo. Ha sido el único orador que ha utilizado el inglés para hablar.
El padre Pierbattista Pizzaballa, Custodio de Tierra Santa, ha hablado –igual que durante la Asamblea de Roma- de la universalidad de la Iglesia de Tierra Santa.
El padre David Neuhaus, vicario patriarcal encargado de la comunidad católica de lengua hebrea, ha evocado el papel importante de la lengua hebrea en el Sínodo, describiéndolo como una agradable sorpresa para los israeíes.
De hecho, ésta es la primera vez que Radio Vaticana abre una página actualizada diariamente en lengua hebrea, realizando traducciones y entrevistas. Esta labor, sostenidamente económicamente por la Custodia de Tierra Santa, funcionó durante la Asamblea gracias a Hanna Bendcowsky, del Centro de Jerusalén para las Relaciones Judeo-Cristianas. Este servicio tiene vocación de continuidad, aunque se deberá interrumpir hasta que se consiga crear un equipo capaz de asegurarlo a largo plazo.
También intervino Hanna Bendcowsky, israelí y judía, para compartir su experiencia en medio de los prelados y su percepción de la dinámica del Sínodo. Ella, entre otras cosas, no se imaginaba que un día se encontraría fumando un cigarro y compartiendo un café con hombres de hábito… ¡nada más y nada menos que con los cardenales del Vaticano! Había algo surrealista y apasionado en la forma en que Hanna ha vivido las relaciones judeo-cristianas y cómo el Centro de Jerusalén las ha expresado. Por otro lado, la reunión se abrió con un minuto de silencio en memoria de Daniel Rossing, fundador del centro y recientemente fallecido.
Antes que Hanna, intervino el Sr. Soubhi Makhoul, diácono y administrador del Exacato maronita de Jerusalén, que habló de la presencia de los laicos (entendiendo por laico al cristiano comprometido pero no “clérigo”), en particular de los jóvenes y las mujeres en los trabajos del Sínodo.
Tras estos breves testimonios hubo otras tres intervenciones de judíos israelíes que versaron, de forma más general, sobre las dificultades que subsisten en el diálogo entre judíos y cristianos y, específicamente en Israel, sobre la ignorancia o la indiferencia de los judíos respecto del cristianismo, alimentando las polémicas tradicionales.
El sr. Amnon Ramon, investigador del Instituto de Jerusalén para los Estudios sobre Israel, enunció los temas principales tratados en el Sínodo.
El rabino Ron Kronish, director del Consejo de Coordinación Interreligiosa en Israel, habló de la necesidad de un mejor conocimiento del cristianismo en el país.
La sra. Yisca Harani, investigadora especializada en Cristianismo, volvió a hablar de cómo se recibió el Sínodo en Israel.
Al término de estas intervenciones, el representante del Ministerio de Asuntos Exteriores israelí subrayó, con razón, que la presencia cristiana en Israel aumentó en número y que no debería sufrir ningún tipo de presión. Expresó su desilusión por el hecho de que, durante la Asamblea de los Obispos, algunas voces al margen del Sínodo, pero con una gran resonancia mediática, se levantaran contra Israel.
El auditorium del Instituto de Jerusalén para los Estudios sobre Israel se quedó pequeño para acoger a todas las personas que asistieron para escuchar este coloquio. La mayoría estaba compuesta de israelíes, pero también se notó una fuerte presencia de cristianos residentes en Israel, entre ellos algunos miembros de la comunidad católica de lengua hebrea.
Este intercambio y los encuentros que ha producido se inscriben en un continuo esfuerzo de diálogo y de comprensión recíproca. Si el Sínodo se dedicó fundamentalmente a tratar de las relaciones del Cristianismo con el Islam es porque, como recordó Monseñor Shomali, la presencia cristiana en Oriente Medio es una minoría en un ámbito de mayoría musulmana.
Hay que recordar que los países musulmanes representados en el Sínodo eran Egipto, los Emiratos, Irán, Iraq, Jordania, Kuwait, Líbano, Síria, Turquía, Djibuti, Túnez, Marruecos, Líbia y Argelia. También aquí, en Tierra Santa, en Israel y en los territorios palestinos, entre judíos y musulmanes, la cristiandad es una minoría.
Pero las mismas cuestiones que surgen de las relaciones de los cristianos con el Islam y los musulmanes, surgen con el judaísmo y los judíos. ¿Cómo conocerse mejor, cómo abrirse o perseguir un diálogo respetuoso, cuáles son los derechos y deberes de los cristianos en los países donde la religión condiciona la vida de los ciudadanos…etc?
Un debate demasiado apasionado como para concluirlo en tan breve tiempo.

Mab