En estos días, del 13 al 20 de abril, está de visita en Tierra Santa la Fundación San Francisco de Asís en Rusia y Kazakistán, una entidad internacional de la Orden de los Hermanos Menores nacida en 1997 y que depende directamente del ministro general. La Fundación se propone dar testimonio del carisma franciscano viviendo las prioridades de la Orden en el propio contexto social y cultural. De modo especial, pretende fomentar el anuncio del Evangelio a través del compromiso de vida, promover el servicio pastoral a la comunidad latina en colaboración con la Iglesia local, favorecer la implantatio ordinis, es decir, la promoción vocacional y la formación permanente y desarrollar el diálogo con los cristianos ortodoxos y con otras comunidades religiosas, sobre todo con los musulmanes, ampliamente presentes en Kazakistán. El titular y patrono de la Fundación es san Francisco de Asís y pertenece por tanto a la familia franciscana, en comunión con las comunidades católicas de todo el mundo.
Todos los años se celebra la asamblea de la Fundación, una reunión periódica de verificación y programación con la asistencia del ministro general y que este año se reúne precisamente en Tierra Santa, una ocasión del todo especial para los participantes, que celebran juntos también el 15.º aniversario de la Fundación. El grupo está formado por 18 frailes, pertenecientes a la Fundación y dedicados a las labores de la Asamblea, presidida por el actual ministro general de la Orden, fray José Rodríguez Carballo. También forman parte de esta importante cita el delegado del ministro general para la Fundación, fray Klaudio Michalski, y dos frailes de la Curia generalicia, fray Ernest K. Siekierka,, definidor general para la Europa Oriental, y fray Massimo Tedoldi, secretario general para las Misiones y la Evangelización. Fray Sergey Loktionov, de la Custodia de Tierra Santa, es el encargado de los trabajos de organización y de acompañamiento a los participantes durante las excursiones.
El encuentro se abrió, la mañana del 13 de abril, con una santa misa celebrada en Getsemaní y presidida por el ministro general, que ha animado a los frailes a acoger y seguir la voluntad de Dios imitando el ejemplo de Jesús que, precisamente en Getsemaní, se entregó por completo al Padre en el camino de la Pasión que se disponía a sufrir. Acto seguido, en las jornadas del 13 y 14 de abril, comenzaron los trabajos de la Asamblea, que se han desarrollado en el convento franciscano de San Salvador de Jerusalén y han tenido como objetivo principal la verificación y desarrollo del Proyecto de vida y misión en Rusia y Kazakistán, tras el año de experimentum. Tras las intervenciones de fray Eliot Marecki, presidente de la Fundación, y del ministro general, que ocuparon casi toda la mañana del primer día, los trabajos han continuado por la tarde con la distribución en grupos de estudio para reflexionar en profundidad sobre el Proyecto de vida y misión. La jornada ha concluido con la discusión en asamblea de las observaciones y conclusiones obtenidas por los dos grupos de trabajo.
En la mañana de la segunda jornada, el 14 de abril, se produjo la intervención de fray Massimo Tedoldi, seguida por la discusión en la asamblea, la exposición del documento final y la aprobación del Proyecto de vida y misión en Rusia y Kazakistán. Por la tarde, a las 15.00 h, los participantes se han reunido para participar en la celebración de acción de gracias por los 15 años de vida de la Fundación y después, el grupo se ha dirigido a pie hacia el santuario de San Francisco en el Cenáculo, llamado también Cenacolino, en el Monte Sión, donde, a las 17.00 h, el ministro general ha presidido la santa misa.
En los próximos días, entre el 15 y el 20 de abril, los frailes de la Fundación participarán en un programa de ejercicios espirituales itinerantes en el curso del cual podrán visitar todos los santuarios y lugares culturales y espirituales más significativos de Judea y Galilea, con la posibilidad de celebrar en ellos las misas cotidianas y disfrutar de sugerentes momentos de meditación, agradeciendo al Señor el objetivo hasta ahora conseguido de los 15 años de vida transcurridos desde el nacimiento de la Fundación.
Muchos de los frailes que participan en esta experiencia visitan la Tierra Santa por primera vez. El custodio, fray Pierbattista Pizzaballa, les ha presentado en el transcurso de una reunión la obra franciscana en estos lugares, hablando de la secular presencia de los frailes de san Francisco al servicio de los Santos Lugares, las numerosas actividades litúrgicas, pastorales, sociales, culturales, educativas y asistenciales realizadas en este contexto nada fácil, de las incertidumbres y problemas cotidianos que deben afrontar y de las vocaciones que constantemente sostienen y animan la vida de la Custodia de Tierra Santa. Este grupo de frailes, venido de lejos, trabaja también con sinceridad de corazón apoyando las actividades de las parroquias, promoviendo las obras sociales y pastorales a favor de los más desfavorecidos, de muchos niños de la calle, de numerosos inmigrantes –sobre todo coreanos-, sacando adelante iniciativas preciosas, a pesar de las muchas dificultades que, en países como Rusia y Kazakistán, aún marcan la experiencia religiosa y cultural de la época post-comunista. Descubriendo y confrontándose con la intensa actividad de la Custodia de Tierra Santa, juntos en la alegría de saber que, precisamente en la tierra de Jesús, los franciscanos son una presencia viva, activa y trabajadora, los frailes de la Fundación se reafirman cada vez más en la convicción de que, tanto aquí como en su propio contexto, trabajar y dar testimonio del Evangelio es difícil, pero posible e irrenunciable.
Texto de Caterina Foppa Pedretti
Fotos de fray Giorgio Vigna
Todos los años se celebra la asamblea de la Fundación, una reunión periódica de verificación y programación con la asistencia del ministro general y que este año se reúne precisamente en Tierra Santa, una ocasión del todo especial para los participantes, que celebran juntos también el 15.º aniversario de la Fundación. El grupo está formado por 18 frailes, pertenecientes a la Fundación y dedicados a las labores de la Asamblea, presidida por el actual ministro general de la Orden, fray José Rodríguez Carballo. También forman parte de esta importante cita el delegado del ministro general para la Fundación, fray Klaudio Michalski, y dos frailes de la Curia generalicia, fray Ernest K. Siekierka,, definidor general para la Europa Oriental, y fray Massimo Tedoldi, secretario general para las Misiones y la Evangelización. Fray Sergey Loktionov, de la Custodia de Tierra Santa, es el encargado de los trabajos de organización y de acompañamiento a los participantes durante las excursiones.
El encuentro se abrió, la mañana del 13 de abril, con una santa misa celebrada en Getsemaní y presidida por el ministro general, que ha animado a los frailes a acoger y seguir la voluntad de Dios imitando el ejemplo de Jesús que, precisamente en Getsemaní, se entregó por completo al Padre en el camino de la Pasión que se disponía a sufrir. Acto seguido, en las jornadas del 13 y 14 de abril, comenzaron los trabajos de la Asamblea, que se han desarrollado en el convento franciscano de San Salvador de Jerusalén y han tenido como objetivo principal la verificación y desarrollo del Proyecto de vida y misión en Rusia y Kazakistán, tras el año de experimentum. Tras las intervenciones de fray Eliot Marecki, presidente de la Fundación, y del ministro general, que ocuparon casi toda la mañana del primer día, los trabajos han continuado por la tarde con la distribución en grupos de estudio para reflexionar en profundidad sobre el Proyecto de vida y misión. La jornada ha concluido con la discusión en asamblea de las observaciones y conclusiones obtenidas por los dos grupos de trabajo.
En la mañana de la segunda jornada, el 14 de abril, se produjo la intervención de fray Massimo Tedoldi, seguida por la discusión en la asamblea, la exposición del documento final y la aprobación del Proyecto de vida y misión en Rusia y Kazakistán. Por la tarde, a las 15.00 h, los participantes se han reunido para participar en la celebración de acción de gracias por los 15 años de vida de la Fundación y después, el grupo se ha dirigido a pie hacia el santuario de San Francisco en el Cenáculo, llamado también Cenacolino, en el Monte Sión, donde, a las 17.00 h, el ministro general ha presidido la santa misa.
En los próximos días, entre el 15 y el 20 de abril, los frailes de la Fundación participarán en un programa de ejercicios espirituales itinerantes en el curso del cual podrán visitar todos los santuarios y lugares culturales y espirituales más significativos de Judea y Galilea, con la posibilidad de celebrar en ellos las misas cotidianas y disfrutar de sugerentes momentos de meditación, agradeciendo al Señor el objetivo hasta ahora conseguido de los 15 años de vida transcurridos desde el nacimiento de la Fundación.
Muchos de los frailes que participan en esta experiencia visitan la Tierra Santa por primera vez. El custodio, fray Pierbattista Pizzaballa, les ha presentado en el transcurso de una reunión la obra franciscana en estos lugares, hablando de la secular presencia de los frailes de san Francisco al servicio de los Santos Lugares, las numerosas actividades litúrgicas, pastorales, sociales, culturales, educativas y asistenciales realizadas en este contexto nada fácil, de las incertidumbres y problemas cotidianos que deben afrontar y de las vocaciones que constantemente sostienen y animan la vida de la Custodia de Tierra Santa. Este grupo de frailes, venido de lejos, trabaja también con sinceridad de corazón apoyando las actividades de las parroquias, promoviendo las obras sociales y pastorales a favor de los más desfavorecidos, de muchos niños de la calle, de numerosos inmigrantes –sobre todo coreanos-, sacando adelante iniciativas preciosas, a pesar de las muchas dificultades que, en países como Rusia y Kazakistán, aún marcan la experiencia religiosa y cultural de la época post-comunista. Descubriendo y confrontándose con la intensa actividad de la Custodia de Tierra Santa, juntos en la alegría de saber que, precisamente en la tierra de Jesús, los franciscanos son una presencia viva, activa y trabajadora, los frailes de la Fundación se reafirman cada vez más en la convicción de que, tanto aquí como en su propio contexto, trabajar y dar testimonio del Evangelio es difícil, pero posible e irrenunciable.
Texto de Caterina Foppa Pedretti
Fotos de fray Giorgio Vigna