La República de Chile cumple doscientos años y la comunidad chilena de Israel y Palestina se ha reunido para celebrar este aniversario en la iglesia de San Salvador, sede de la Custodia de Tierra Santa.
La liturgia ha estado presidida por el vicario custodial, fray Artemio Vítores, y concelebrada por los padres franciscanos chilenos fray Raúl Dinamarca y fray Sergio Olmedo, asistente espiritual de la comunidad, además de otros sacerdotes. Entre la representación religiosa destacaba la del patriarcado armenio de Jerusalén, con la presencia del arzobispo Aris Shirvanian y del reverendo Goossan Aljanian. Había representantes diplomáticos, civiles y militares tanto chilenos como de otros países de América Latina, además de los de Israel y de la Autoridad Nacional Palestina. Entre ellos estaba el representante chileno ante el gobierno de Israel, el Sr. Jorge Ossa (el nuevo embajador no ha sido nombrado aún), el cónsul Sr. Francisco Carvajal y el representante ante la Autoridad Nacional Palestina, Sr. José Miguel de la Cruz.
Durante su homilía, fray Sergio Olmedo, refiriéndose a la independencia de Chile, ha subrayado que “desde aquel momento se formó un fuego de amor por la amada tierra chilena, una identidad única, un único ADN característico que se convertirá en nuestra esencia chilena. Ahora estamos incorporados a la comunidad internacional como una nación libre y respetuosa de las tradiciones propias, tolerante con todo y con todos, pero sobre todo, somos una nación de fe, que se manifiesta en la devoción a la Virgen del Carmen, su patrona”. De hecho, la liturgia que se ha celebrado ha sido la de la Virgen del Carmen, patrona de la República de Chile, una devoción promovida por los padres fundadores del estado, el general José De San Martin y Bernardo O’Higgins, ambos terciarios franciscanos.
El vicario custodial, fray Artemio Vítores, ha enlazado el recuerdo de la Virgen del Carmen con la memoria de la Virgen de los Dolores, que se celebra hoy: “En 1808 se produjo un incendio en la capilla del Calvario, donde se encuentra la imagen de la Dolorosa. Un fraile se percató del hecho cuando ya las llamas eran altas, consiguiendo salvar la imagen y a sí mismo. A este signo de salvación asocio a la Virgen del Carmen, que los Padres de la Iglesia habían visto prefigurada en la nube que llevaba la lluvia a Israel tras años de sequía durante el tiempo del profeta Elías en el Monte del Carmelo. Igual que el agua es signo de vida, que así la protección de María continúe asegurando la vida y la prosperidad a Chile”.
Tras la misa, todos los presentes han sido invitados a intercambiarse las felicitaciones y a un refresco que se ha ofrecido en los locales de la Custodia, con el famoso vino chileno y las famosas empanadas. Allí se les ha unido el Custodio de Tierra Santa, padre fray Pierbattista Pizzaballa.
Hace ya algunos años que los cristianos católicos chilenos y sudamericanos han elegido como su lugar de encuentro y de oración el santuario de San Juan del Desierto, en Ain Karem, del que es guardián –es decir, superior- su padre espiritual, fray Sergio Olmedo.
Nos reunimos aquí desde el año 2004 –cuenta el padre Sergio- y con el permiso del Patriarcado Latino, hemos podido celebrar confirmaciones y primeras comuniones, además de la misa dominical. Los fieles son, sobre todo, personal diplomático y militares con sus familias, tanto los que trabajan aquí como los que vienen en misión desde Chile. Alguna vez he acompañado a alguno de ellos en peregrinación por Tierra Santa, entre ellos al Jefe de Estado Mayor del Ejército y al de la Marina. Como sabéis, Chile es una nación de fuertes raíces católicas.
Los chilenos residentes en Israel son más de diez mil, y otros tantos viven en los territorios palestinos. Además, son más de 400.000 los ciudadanos chilenos de origen palestino que han emigrado al país sudamericano. También en Chile hay una nutrida comunidad judía.
FRC
La liturgia ha estado presidida por el vicario custodial, fray Artemio Vítores, y concelebrada por los padres franciscanos chilenos fray Raúl Dinamarca y fray Sergio Olmedo, asistente espiritual de la comunidad, además de otros sacerdotes. Entre la representación religiosa destacaba la del patriarcado armenio de Jerusalén, con la presencia del arzobispo Aris Shirvanian y del reverendo Goossan Aljanian. Había representantes diplomáticos, civiles y militares tanto chilenos como de otros países de América Latina, además de los de Israel y de la Autoridad Nacional Palestina. Entre ellos estaba el representante chileno ante el gobierno de Israel, el Sr. Jorge Ossa (el nuevo embajador no ha sido nombrado aún), el cónsul Sr. Francisco Carvajal y el representante ante la Autoridad Nacional Palestina, Sr. José Miguel de la Cruz.
Durante su homilía, fray Sergio Olmedo, refiriéndose a la independencia de Chile, ha subrayado que “desde aquel momento se formó un fuego de amor por la amada tierra chilena, una identidad única, un único ADN característico que se convertirá en nuestra esencia chilena. Ahora estamos incorporados a la comunidad internacional como una nación libre y respetuosa de las tradiciones propias, tolerante con todo y con todos, pero sobre todo, somos una nación de fe, que se manifiesta en la devoción a la Virgen del Carmen, su patrona”. De hecho, la liturgia que se ha celebrado ha sido la de la Virgen del Carmen, patrona de la República de Chile, una devoción promovida por los padres fundadores del estado, el general José De San Martin y Bernardo O’Higgins, ambos terciarios franciscanos.
El vicario custodial, fray Artemio Vítores, ha enlazado el recuerdo de la Virgen del Carmen con la memoria de la Virgen de los Dolores, que se celebra hoy: “En 1808 se produjo un incendio en la capilla del Calvario, donde se encuentra la imagen de la Dolorosa. Un fraile se percató del hecho cuando ya las llamas eran altas, consiguiendo salvar la imagen y a sí mismo. A este signo de salvación asocio a la Virgen del Carmen, que los Padres de la Iglesia habían visto prefigurada en la nube que llevaba la lluvia a Israel tras años de sequía durante el tiempo del profeta Elías en el Monte del Carmelo. Igual que el agua es signo de vida, que así la protección de María continúe asegurando la vida y la prosperidad a Chile”.
Tras la misa, todos los presentes han sido invitados a intercambiarse las felicitaciones y a un refresco que se ha ofrecido en los locales de la Custodia, con el famoso vino chileno y las famosas empanadas. Allí se les ha unido el Custodio de Tierra Santa, padre fray Pierbattista Pizzaballa.
Hace ya algunos años que los cristianos católicos chilenos y sudamericanos han elegido como su lugar de encuentro y de oración el santuario de San Juan del Desierto, en Ain Karem, del que es guardián –es decir, superior- su padre espiritual, fray Sergio Olmedo.
Nos reunimos aquí desde el año 2004 –cuenta el padre Sergio- y con el permiso del Patriarcado Latino, hemos podido celebrar confirmaciones y primeras comuniones, además de la misa dominical. Los fieles son, sobre todo, personal diplomático y militares con sus familias, tanto los que trabajan aquí como los que vienen en misión desde Chile. Alguna vez he acompañado a alguno de ellos en peregrinación por Tierra Santa, entre ellos al Jefe de Estado Mayor del Ejército y al de la Marina. Como sabéis, Chile es una nación de fuertes raíces católicas.
Los chilenos residentes en Israel son más de diez mil, y otros tantos viven en los territorios palestinos. Además, son más de 400.000 los ciudadanos chilenos de origen palestino que han emigrado al país sudamericano. También en Chile hay una nutrida comunidad judía.
FRC