“In commemoratione Viae Crucis” | Custodia Terrae Sanctae

“In commemoratione Viae Crucis”

Jerusalén, 13 de abril de 2011

“La conmemoración solemne del Vía Crucis no es sólo el recuerdo de un hecho pasado sino la celebración de un Misterio que aún hoy nos sale al encuentro, el Misterio de un Dios que ha querido acortar la distancia entre lo divino y lo humano".

Son casi las cinco y, en la Ciudad Vieja, los fieles se dirigen con prisa hacia el convento de la Flagelación donde está a punto de empezar la misa solemne "In commemoratione Viae Crucis”. La Semana Santa está a las puertas y los franciscanos recuerdan hoy el momento en que se decidió la muerte de Cristo y el comienzo de su camino doloroso hacia el Calvario. Numerosos fieles llenan este miércoles de Cuaresma los bancos de la Capilla de la Condena en la que, en las vidrieras de la cúpula y de los muros, se narran los momentos más dramáticos de la vida de Jesús, cargado con la cruz. El canto en latín se mezcla con el incienso mientras entran los celebrantes con vestiduras de color rojo y presididos por fray Frédéric Manns.

"El viaje de Dios hacia nosotros se hace concreto en el caminar humano de Jesús en esta tierra, a quien hoy nos hemos reunido para celebrar en sus últimos días", recuerda en su homilía don Nicola Agnoli.

El joven sacerdote veronés, estudiante de la Flagelación, habla del papel de Cristo en la Pasión: "Cordero para el sacrificio pero nunca pasivo sino protagonista que afronta todo lo que le sucede con toda la fuerza de su humanidad. Es un hombre que, en la grandeza del drama que le rodea, ha elegido la forma de situarse en medio de la tragedia de los hechos. Por encima de todo, Jesús vive en la obediencia al Padre, al que ama, y nada puede separarle de este vínculo profundo. Esta obediencia se transforma en fuerza para afrontar su destino".

El evangelio de san Juan dibuja la imagen del Crucificado, levantado delante de todos y marcado por el escrito que Pilato quería poner sobre su cabeza. "¿Qué podemos entender, nosotros, mirándolo? -pregunta don Nicola- Cierto, no podemos dejar de preguntarnos sobre el sentido de todo esto. Podemos entender que Dios ha asumido seriamente nuestra condición, que Jesús ha amado todo aquello que es humano, abriéndonos el camino por la redención".

Texto de Serena Picariello
Fotos de Marco Gavasso