Celebración eucarística en honor de Bélgica en San Salvador | Custodia Terrae Sanctae

Celebración eucarística en honor de Bélgica en San Salvador

También este año y siguiendo una larga tradición, la Custodia de Tierra Santa celebró la misa en honor del Reino de Bélgica. La misma solemne se celebró en Jerusalén, en la iglesia de San Salvador, el domingo 13 de noviembre, dos días después del Wapenstilstand, (día del Armisticio), que conmemora el acuerdo de paz con el que concluyó el primer conflicto mundial y que en Bélgica es día festivo. La celebración eucarística, en honor del rey Felipe de Bélgica, tuvo lugar en presencia del cónsul general de Bélgica en Jerusalén, Wilfred Pfeffer, acompañado por una representación diplomática. También se hallaba presente el cónsul general de Francia en Jerusalén, René Troccaz, para mostrar la amistad que une a los dos países europeos y su vínculo histórico con la Custodia.

Presidió la misa solemne el congoleño fray Michael Muhindo.

Se trata de un homenaje que la Custodia de Tierra Santa reserva a las cuatro naciones que históricamente la han apoyado más, a través de la promoción y el fomento de la presencia franciscana en los lugares de Jesús a lo largo de los siglos. Además de Francia, Italia y España, también Bélgica ha contribuido a que la Custodia de Tierra Santa lograse su delicado objetivo de custodiar, cuidar y mantener los santos lugares.

De hecho, existe una relación muy antigua que une el Reino de Bélgica a la Custodia. Una de las misiones del consulado general belga, aquí en Jerusalén, es de naturaleza religiosa y se refiere precisamente a la protección y representación de las comunidades religiosas cristianas en Tierra Santa en las instituciones locales. La celebración del domingo, a la que tradicionalmente asisteel cónsul general de Bélgica, se enmarca dentro de este compromiso y ofrece una vez más a este país la oportunidad de ser fiel a su misión histórica, en consonancia con su pasado.

La homilía fue pronunciada por el misionero belga, perteneciente a la congregación de los Padres Blancos, padre Pol Vonck. “En nuestra época estamos acostumbrados a escuchar una letanía de catástrofes”, afirmó el religioso belga. “Pero dentro de la confusión de nuestros tiempos, se enciende una luz: «os perseguirán, entregándoos a las sinagogas y a las cárceles, y haciéndoos comparecer ante reyes y gobernadores, […] Por ello, meteos bien en la cabeza que no tenéis que preparar vuestra defensa, porque yo os daré palabras y sabiduría»(Lc 21, 12-15). ¡No temáis! En el corazón de los que sufren permanece una palabra de consuelo” que es el anuncio que trae Jesucristo.

El padre Pol concluyó su comentario a la Palabra orando por el rey Felipe y su familia, por Bélgica y por todos los gobernantes de esta nación, para que sean “verdaderos constructores de paz”.

Al final de la celebración todos los presentes se reunieron en los locales del convento de San Salvador donde se sirvió un refresco, en un ambiente de amistad y cordialidad.

 

Filippo De Grazia