Celebración de los santos Inocentes en Belén 2007 | Custodia Terrae Sanctae

Celebración de los santos Inocentes en Belén 2007

El 27 de diciembre, como es tradicional, el Vicario Custodial, hermano Artemio Vítores, se trasladó a Belén para presidir las Primeras Vísperas y la veneración del Pesebre en la Gruta de la Natividad, y, al día siguientes, 28, La Misa y la procesión en honor de los Santos Inocentes. Dos novedades han marcado las celebraciones de este año.

La primera de ellas es que la Misa no fue a las 10 sino a las 8. La segunda ha sido el desplazamiento a Belén y la asistencia de algunos de los hermanos de la enfermería de San Salvador.
Puesto que su estado de salud no les permitió estar presentes en la celebración de la noche de Navidad en la ciudad de David, habían recibido, al día siguiente de Navidad, la visita de la comunidad de San Salvador venida para compartir la Eucaristía cotidiana de la enfermería en la festividad de San Esteban. Cinco de ellos, acompañados por el hermano Jad Sara, responsable de la enfermería, pudieron trasladarse hasta la Gruta, venerar el Santo Lugar y unirse a la Misa. Tuvieron la oportunidad de conocer la capilla de “la Gruta de la Leche”, restaurada el pasado año y la nueva iglesia construida debajo que, según nos lo confirma el hermano Lawrence, está siendo muy visitada por los peregrinos.

El hermano Artemio presidió la Eucaristía en el altar de san José, rodeado de varios sacerdotes de la fraternidad de Belén, entre los que se encontraba el Guardián Jerzy Kraj. Durante su homilía nos recordó que el sufrimiento no está lejos de la alegría de Navidad, puesto que al día siguiente ya nos encontramos celebrando al primer mártir, san Esteban. En esta festividad de los santos Inocentes, prosiguió, no hacemos memoria solamente de las criaturas que Herodes hizo asesinar, sino de todas las que hoy en día son asesinadas cuando el individualismo y la búsqueda de enriquecimiento provoca sufrimiento y muerte de inocentes.

Al medio día, como cada día, la comunidad hizo la procesión que, partiendo de la iglesia de santa Catalina va hacia la gruta del Nacimiento y, desde allí, pasa por las grutas adyacentes. La última estación que suele detenerse en uno de los altares de alguna de las grutas, esta vez lo hizo ante el altar de los Santos Inocentes, especialmente engalanado para la ocasión.

Los peregrinos tienen la posibilidad, desde comienzos de diciembre, de visitar la iglesia de Santa Catalina entre medio día y las dos de la tarde (Ver “Puertas abiertas” a los peregrinos de Belén). Gracias al micro portátil del celebrante principal pueden también unirse a las preces de la precesión.
La festividad de los Santos Inocentes ha sido ocasión, por una parte, para meditar, en plena octava de Navidad, en el sufrimiento y, por otra, para la alegría del encuentro con los hermanos enfermos.

Mab