Bicentenario del nacimiento de la beata María Caterina Troiani en San Salvador | Custodia Terrae Sanctae

Bicentenario del nacimiento de la beata María Caterina Troiani en San Salvador

El domingo 27 de enero, en la iglesia parroquial de San Salvador en Jerusalén ha concluido la celebración del bicentenario (1813-2013) del nacimiento de la beata madre Caterina Troiani, fundadora de las hermanas misioneras del Corazón Inmaculado de María.

La misa de las 10 h, presidida por el custodio de Tierra Santa, fue concelebrada por el vicario custodial, fray Artemio Vítores, fray Carlos Molina, asistente espiritual de las religiosas del CIM, fray Stèphane Milovitch, guardián de Belén y por el postulador de la causa de beatificación de la madre Caterina Troiani, el padre Yihad Shueihat. En los primeros bancos de la iglesia, llena de fieles, estaban las hermanas de la familia religiosa presentes en Tierra Santa, los frailes de la Custodia, el cónsul general de Italia y el cónsul de Malta.

En su homilía, fray Pierbattista Pizzaballa, a través de los textos de la misa, ha descrito la experienza vivida por la beata Caterina Troiani. Partiendo de la primera lectura de Nehemías, el custodio ha destacado la importancia de la revelación de Dios, fuertemente ligada a esta Tierra. No es una fábula sino una historia verdadera vivida todavía hoy como misión de los cristianos en Tierra Santa. «Estamos aquí, lo podemos tocar, en los Santos Lugares, al servicio de las necesidades de esta tierra y de estas comunidades». Del texto evangélico de Lucas, que narra el episodio de la sinagoga, fray Pierbattista ha dicho: «El Espíritu del Señor que Jesús nos ha entregado debe hacernos capaces a todos de transformar el mundo».

La vida, extraordinariamente rica en amor hacia los pobres, los afligidos y los abandonados de la madre Caterina es testimonio ejemplar y herencia a seguir. «Ahora nos toca a nosotros. Aquel hoy continúa. Todos nosotros queremos seguir siendo pan partido, enamorados que miran sobre todo al Señor y, precisamente por esto, entregados a los pobres de hoy y, aquí y hoy, con la vida queremos decir y gritar que la liberación es ya una realidad y la hemos encontrado: Jesucristo, nuestro Señor».

La madre Caterina, «auténtica hija de san Francisco, amaba e inculcaba el amor a la Iglesia no solo con las palabras», ha dicho sor Rosanna Nava, madre provincial del CIM al finalizar la santa misa. Sor Rosanna ha querido dar las gracias a la Custodia por todo lo que desde siempre han hecho por su orden.

Al finalizar la ceremonia, en el salón de la Curia se ha servido un refresco, ofrecido por las religiosas del CIM, al que ha seguido el almuerzo preparado en el refectorio del convento de San Salvador, animado con cantos y el intercambio de saludos.

La madre Caterina, «misionera en clausura, contemplativa en misión»; con esta simple expresión, el papa Juan Pablo II delineó la esencia de la vida de la beata madre Caterina Troiani el 14 de abril de 1985, día de su beatificación.
Así, hoy, sus hijas llamadas a anunciar el Evangelio con espíritu itinerante y penitente, presentes en la provincia de Tierra Santa, Irak, Siria y Líbano desde 1885, siguen trabajando en las obras de caridad, en el servicio hospitalario, en las escuelas y en las casas para la promoción de los niños, pobres y necesitados.