Bendición del nuevo y gran órgano de San Salvador | Custodia Terrae Sanctae

Bendición del nuevo y gran órgano de San Salvador

Viernes, 18 de abril de 2008. Una gran multitud compuesta de un grupo de 150 peregrinos austriacos y una delegación de franciscanos alemanes, junto a los representantes de la comunidad cristiana local, ha participado en la bendición del nuevo y gran órgano del convento franciscano de San Salvador, en la Ciudad Vieja de Jerusalén.

¡Si el órgano es nuevo, la generosidad de los cristianos austriacos viene de antiguo! Este instrumento es el tercero en Tierra Santa, después del que se encuentra en el Santo Sepulcro y el de Belén, financiados por su generosidad gracias a la solicitud de fra Stanislao Bertagnolli, comisario de Tierra Santa en Austria. También es el cuarto órgano de la Custodia fabricado por la empresa de órganos Geiger (el cuarto se encuentra en Alepo).

Fra Pierbattista Pizzaballa, Custodio de Tierra Santa, contaba en el momento de la presentación del instrumento la audacia disfrazada de timidez con la que la Custodia, habida cuenta de que el órgano instalado en 1880 no podía sufrir nuevas reparaciones, hizo un nuevo llamamiento a fra Stanislao, que éste respondió positiva y rápidamente. Hablando con él después de la bendición y el concierto inaugural, fra Stanislao no hacía más que confirmar: “El Señor lo puede todo, yo sólo soy un instrumento entre sus manos”.

La bendición comenzó con unas calurosas palabras de acogida y reconocimiento de fra Pierbattista. También subrayó que el órgano no es sólo un instrumento para hacer más bella la liturgia sino que es liturgia en sí mismo. La celebración, en presencia del diseñador del órgano, el señor Wendelin Eberle, ha estado presidida por Mons. H. G. Franz Lackner, franciscano, Obispo auxiliar de Graz-Seckaub, que dijo: “La emoción es doble para mí, como Obispo austriaco y como franciscano. Mi vocación nació en Tierra Santa, mientras era militar de la ONU en Chipre”. Durante el momento mismo de la bendición, ha citado al compositor Olivier Messiaen que afirmaba que la misión más alta del músico es testimoniar la “verdad teológica de la fe católica”, refiriéndose con ello a Santo Tomás de Aquino que pensaba que la música nos debe “llevar a Dios por la falta de la verdad, hasta el día en que nosotros mismos estemos deslumbrados por exceso de la verdad”.

Para entrar totalmente en esta luz era necesario esperar hasta el concierto de Pierluigi Comparin, que después ha acompañado con el órgano al Coro del instituto musical Magníficat de la Custodia de Tierra Santa. Un coro que, durante el programa de conciertos de la inauguración, no deja de asombrar y que, bajo la dirección de Hania Soudah Sabbara, ha desarrollado para la preparación de todas sus intervenciones un trabajo excepcional, como ya había hecho con su participación en las liturgias de la Semana Santa.

El padre Armando Pierucci no quiere aparecer ante el órgano del que es responsable, pero todos reconocen que sin él y la pasión que le mueve nada de todo esto habría sido posible.

Aquél que, estando en Tierra Santa, no haya podido todavía escuchar a este rey de los instrumentos recientemente inaugurado en San Salvador, puede tomar nota de que el último de los conciertos del ciclo de inauguración será el domingo, 27 de abril, a las 19:00 horas.

Quien no pueda asistir, podrá al menos siempre gozar de la música del nuevo órgano que acompañará, de ahora en adelante, las celebraciones litúrgicas de la parroquia de San Salvador. También el instituto Magníficat seguirá organizando nuevos conciertos y patrocinando aquéllos que le sean solicitados por otras entidades.

Según fra Armando, “la vocación de este nuevo órgano es litúrgica, pero también didáctica y social”.

¡Y podemos decir que incluso la de hacernos gozar, como hemos experimentado estos días!

MAB


Cf. los articulos:
Primer concierto para la inauguración del nuevo órgano
Segundo concierto para la inauguración del nuevo órgano

Sitio a consultar: Instituto Magnificat