El lunes 26 de agosto, el custodio de Tierra Santa, fray Pierbattista Pizzaballa, ha firmado, junto con el ministro palestino, Rami Hamdalá, y los representantes de las Iglesias greco-ortodoxa y armenia apostólica, la asignación del trabajo de restauración del techo y las vidrieras de la basílica de la Natividad de Belén a la empresa italiana Piacenti.
Este acuerdo, firmado en la residencia presidencial de Belén, marca el fin de un largo recorrido. A finales de 2008, las tres Iglesias llegaron a un acuerdo y, en 2010, bajo el patrocinio de la Autoridad Palestina, se firmó una disposición para llevar a cabo el estudio científico preliminar. El éxito de dichos estudios permitió el anuncio de la convocatoria de ofertas para la restauración, que ganó la empresa Piecenti, con sede en Prato, Toscana.
El discurso central de la ceremonia ha corrido a cargo del Sr. Zial al Bandak, consejero del Presidente Mahmud Abás para los asuntos cristianos y presidente del Comité para la restauración de la iglesia. Ziad al Bandak ha recordado la importancia del sitio de la Natividad, en el transcurso de la historia y hasta nuestros días, para la Autoridad Palestina, «siempre atenta a la presencia cristiana en Palestina, siguiendo las huellas del presidente Arafat».
Fray Pierbattista, hablando en nombre de las tres Iglesias que custodian la Natividad, ha destacado la importancia de los esfuerzos conjuntos de las Iglesias y las autoridades políticas, de cristianos y musulmanes. «Mientras que Oriente Medio está ardiendo y se queman iglesias y destruyen mezquitas, lo que nosotros hacemos aquí es exactamente lo contrario: musulmanes y cristianos construyen juntos para preservar no solo el patrimonio histórico, sino un lugar que es símbolo de la fe para millones de creyentes en todo el mundo».
Ziad al Bandak ha querido precisar que del montante de los trabajos (estimado en 2,6 millones de dólares USA), el 50% será cubierto con recursos palestinos –fondos privados y mecenazgos- y el resto por algunos estados, entre ellos Hungría, Francia, Rusia, el Vaticano y Grecia.
Las Iglesias que garantizan la sacralidad del lugar, «que no es un monumento nacional –como ha reiterado fray Pierbattista Pizzaballa- sino un lugar importante en la vida cotidiana de los creyentes de todo el mundo», han querido expresar su total disposición a una completa colaboración para el buen éxito de la operación.
Según el parecer de fray Stèphane Milovitch, encargado franciscano de supervisar las labores, los trabajos podrían comenzar en las próximas semanas. Durante la ejecución de los mismos, la empresa Piacenti tendrá la misión de permitir el acceso a la gruta a los visitantes, garantizando también la seguridad.
La primera fase de los trabajos de restauración prevé la renovación de todo el techo de la basílica, con el fin de hacerlo impermeable a la lluvia. Seguirá la limpieza de las vidrieras de la basílica.
Los estudios relativos a la renovación de los techos, realizados en 2010 por el IVALSA (Instituto para la Valorización de la Madera y de las Especies Arbóreas del Consejo italiano de Investigaciones, CNR), pusieron en evidencia que la estructura actual está constituida por cinco distintos tipos de madera.
Las piezas más antiguas, de madera de cedro, parecen remontarse a los siglos VI y VII. Se ha detectado también la presencia de madera de roble, originario de Oriente Medio, y de alerce, un árbol desconocido en esta región. El análisis dendrocronológico dató dicha madera de inicios del siglo XV, localizando su procedencia en los Alpes orientales italianos. Tal análisis está confirmado por documentos de archivo, que explican que en el siglo XV la República de Venecia, cuya soberanía se extendía en aquel período hasta los Alpes orientales, ofreció la madera necesaria para la restauración de la iglesia (para un conocimiento más detallado del análisis de la estructura de madera, léase el artículo publicado en inglés, francés e italiano).
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Tras la firma, el custodio de Tierra Santa se acercó a la iglesia parroquial de Santa Catalina, situada junto a la Natividad, para constatar la finalización de los trabajos de restauración del coro. De hecho, para acoger a un número mayor de fieles en la nave, el altar se ha colocado más atrás, mientras que las escaleras rodean la barandilla del órgano. En la iglesia se está terminando la limpieza y colocando los bancos para permitir la celebración de la misa.
Este acuerdo, firmado en la residencia presidencial de Belén, marca el fin de un largo recorrido. A finales de 2008, las tres Iglesias llegaron a un acuerdo y, en 2010, bajo el patrocinio de la Autoridad Palestina, se firmó una disposición para llevar a cabo el estudio científico preliminar. El éxito de dichos estudios permitió el anuncio de la convocatoria de ofertas para la restauración, que ganó la empresa Piecenti, con sede en Prato, Toscana.
El discurso central de la ceremonia ha corrido a cargo del Sr. Zial al Bandak, consejero del Presidente Mahmud Abás para los asuntos cristianos y presidente del Comité para la restauración de la iglesia. Ziad al Bandak ha recordado la importancia del sitio de la Natividad, en el transcurso de la historia y hasta nuestros días, para la Autoridad Palestina, «siempre atenta a la presencia cristiana en Palestina, siguiendo las huellas del presidente Arafat».
Fray Pierbattista, hablando en nombre de las tres Iglesias que custodian la Natividad, ha destacado la importancia de los esfuerzos conjuntos de las Iglesias y las autoridades políticas, de cristianos y musulmanes. «Mientras que Oriente Medio está ardiendo y se queman iglesias y destruyen mezquitas, lo que nosotros hacemos aquí es exactamente lo contrario: musulmanes y cristianos construyen juntos para preservar no solo el patrimonio histórico, sino un lugar que es símbolo de la fe para millones de creyentes en todo el mundo».
Ziad al Bandak ha querido precisar que del montante de los trabajos (estimado en 2,6 millones de dólares USA), el 50% será cubierto con recursos palestinos –fondos privados y mecenazgos- y el resto por algunos estados, entre ellos Hungría, Francia, Rusia, el Vaticano y Grecia.
Las Iglesias que garantizan la sacralidad del lugar, «que no es un monumento nacional –como ha reiterado fray Pierbattista Pizzaballa- sino un lugar importante en la vida cotidiana de los creyentes de todo el mundo», han querido expresar su total disposición a una completa colaboración para el buen éxito de la operación.
Según el parecer de fray Stèphane Milovitch, encargado franciscano de supervisar las labores, los trabajos podrían comenzar en las próximas semanas. Durante la ejecución de los mismos, la empresa Piacenti tendrá la misión de permitir el acceso a la gruta a los visitantes, garantizando también la seguridad.
La primera fase de los trabajos de restauración prevé la renovación de todo el techo de la basílica, con el fin de hacerlo impermeable a la lluvia. Seguirá la limpieza de las vidrieras de la basílica.
Los estudios relativos a la renovación de los techos, realizados en 2010 por el IVALSA (Instituto para la Valorización de la Madera y de las Especies Arbóreas del Consejo italiano de Investigaciones, CNR), pusieron en evidencia que la estructura actual está constituida por cinco distintos tipos de madera.
Las piezas más antiguas, de madera de cedro, parecen remontarse a los siglos VI y VII. Se ha detectado también la presencia de madera de roble, originario de Oriente Medio, y de alerce, un árbol desconocido en esta región. El análisis dendrocronológico dató dicha madera de inicios del siglo XV, localizando su procedencia en los Alpes orientales italianos. Tal análisis está confirmado por documentos de archivo, que explican que en el siglo XV la República de Venecia, cuya soberanía se extendía en aquel período hasta los Alpes orientales, ofreció la madera necesaria para la restauración de la iglesia (para un conocimiento más detallado del análisis de la estructura de madera, léase el artículo publicado en inglés, francés e italiano).
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Tras la firma, el custodio de Tierra Santa se acercó a la iglesia parroquial de Santa Catalina, situada junto a la Natividad, para constatar la finalización de los trabajos de restauración del coro. De hecho, para acoger a un número mayor de fieles en la nave, el altar se ha colocado más atrás, mientras que las escaleras rodean la barandilla del órgano. En la iglesia se está terminando la limpieza y colocando los bancos para permitir la celebración de la misa.