La ciudad de Belén ha celebrado durante 24 horas, sin interrupción, el nacimiento de Cristo, ocurrido entre sus muros hace poco más de 2000 años. Si todos los días del año el misterio de la Navidad se ofrece a la contemplación de los peregrinos, el día de Navidad la ciudad trae al mundo la alegría de la contemplación del nacimiento. Todas las cámaras de las televisiones mundiales se vuelven hacia ella, una ciudad que desfila al son de los scouts.
Este año 23 grupos han recorrido la ciudad en un larguísimo y alegre desfile. Desde las 9 de la mañana hasta las 13:30 han preparado el camino al Patriarca que, saliendo de Jerusalén casi a mediodía, tras una parada en Mar Elías y otra en la Tumba de Raquel, ha entrado en la ciudad cerrando el desfile con un cortejo de alrededor de 140 automóviles. El buen tiempo, o la alegría de ver tanta gente, rostros por todos conocidos, en camino ha animado a los chóferes a tomarse todo el tiempo del mundo, aun habiendo salido según la hora fijada y llegando a la Tumba de Raquel según lo previsto, llegando el coche del Patriarca a la plaza del Pesebre con un gran retraso.
El folclore, desplegado desde la mañana por la ciudad, ha cedido el puesto a las oraciones que se han celebrado en la iglesia de Santa Catalina y en la gruta para cumplir con el horario impuesto por el Status Quo.
Rápidamente se ha pasado a la entrada solemne en la que fray Stéphane Milotvich ha recibido a su Beatitud Monseñor Fuad Twal ante la puerta de la Humildad; luego, sin pausas, se han celebrado las vísperas en Santa Catalina y la procesión a la gruta. Sólo a las 17 horas los frailes de la Custodia de Tierra Santa –en esta ocasión muy numerosos tanto en la parroquia, de la que son encargados, y en la gruta cuya custodia comparten con los griegos ortodoxos y los armenios- han podido disfrutar de un momento de descanso.
Finalmente, mientras los sacristanes estaban liados con los últimos preparativos, otros frailes se han ido para dejar su puesto a los 1900 peregrinos que habían conseguido obtener una entrada.
Según la tradición, antes de la misa se comparte la cena con el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, Abu Mazen, y su séquito. Una cena que ha presidido el Custodio de Tierra Santa con el Patriarca a su lado.
Este año, el gran número de peregrinos que han visitado la ciudad de la Natividad ha favorecido una mejora visible de su economía que, sin olvidar la barrera de seguridad y sus nefastas consecuencias en la población y en el empleo, ha permitido a la ciudad celebrar la Navidad con alegría. Una alegría que, sin embargo, ha estado empañada por dos sucesos: el incendio del Monte Carmelo que ha costado la vida al hermano del coronel israelí encargado del distrito de Belén y al cual todas las autoridades, cargos públicos y eclesiásticos de Beit Sahur y Beit Jala han presentado sus condolencias; y el accidente mortal sufrido el mismo día por tres de las cinco hermanas franciscanas que venían a Belén desde el Monte de las Bienaventuranzas.
El accidente de las hermanas franciscanas ha afectado profundamente a la Custodia, que tiene una relación muy estrecha y fraterna con las distintas comunidades del país. Los franciscanos han añadido en la oración universal de los fieles una invocación especial al Señor por las hermanas fallecidas, así como por toda la Congregación.
Ha sido una misa muy sentida, presidida por Monseñor Fuad Twal, rodeado del presidente Mahmud Abbas y su séquito, junto a los cónsules generales de las cuatro “Naciones Latinas” (Italia, Francia, España y Bélgica) y por una gran asamblea constituida en su mayor parte por peregrinos, religiosos residentes en el país y algún cristiano local.
Los cristianos locales ceden encantados sus puestos a los peregrinos pues prefieren celebrar la alegría de la Navidad a medianoche, en su lengua, junto a sus parroquianos y en la misma Gruta.
Además, la homilía de S. Beatitud ha sido en árabe, precedida de unas palabras de bienvenida y felicitación navideña en cuatro lenguas, para los telespectadores de la misa a través de Mundovisión. Numerosos cristianos locales, latinos y demás, han seguido la celebración por televisión, escuchando el mensaje de S. Beatitud que ha invocado el respeto a la vida, la atención por los más pequeños y la vigilancia sobre el espíritu familiar. Después ha recordado que este ha sido un tiempo fuerte para todos los cristianos de Oriente Medio con el Sínodo de los Obispos, pidiendo por la unidad de los cristianos y la intensificación del diálogo con nuestros hermanos judíos y musulmanes. « Se trata de reunirnos en torno a nuestros valores comunes, que son numerosos, como la oración, la piedad, el ayuno, la limosna y, sobre todo, los valores éticos ».
El Patriarca ha concluido su homilía con una llamada a la paz : « Nuestro deseo para esta fiesta es que el sonido de las campanas de nuestras iglesias acalle el rumor de las armas en este herido Oriente Medio nuestro. Que la alegría se dibuje en todos los rostros, que la alegría penetre todos los corazones. Recemos por la paz. Deseamos que la paz descienda sobre el pueblo de Israel, así como sobre el pueblo de Palestina y sobre todo el Oriente Medio, para que nuestros niños puedan vivir y crecer en un contexto sereno ». Como ya es tradicional, la delegación palestina se ha retirado tras el intercambio del gesto de la paz y la misa ha continuado hasta concluir con la procesión de los sacerdotes a la Gruta.
No obstante, las fiestas de Navidad no acaban aquí. Durante toda la noche y en el curso de todo el día de Navidad, hasata las 16:30 horas, las misas se suceden. Para asegurar este servicio, los sacristanes franciscanos se han organizado en equipos para el día y la noche, con refuerzos por parte de los estudiantes de San Salvador. Unas cuarenta misas se celebrarán en la gruta y en las capillas de la iglesia de Santa Catalina en estas 24 horas, sin contar con todas las que se celebran en el Campo de los Pastores. La misa del día de la parroquia se ha celebrado enteramente en árabe y ha estado presidida por el nuevo Patriarca. Ha recibido el agradecimiento de fray Marwan Di’des por su presencia y por haber podido, como un verdadero padre, reunir a todos sus hijos disperos por todo el país, de norte a sur, pasando por Gaza.
Los cantos navideños siguen sonando en los alrededores de la Basílica de la Natividad pero los periodistas ya han abandonado la plaza. En Belén la fiesta no terminará hasta que todas las confesiones cristianas hayan celebrado su Navidad. Será el 19 de enero, fiesta de la Navidad para los armenios. En este día simbólico del 25 de diciembre, la Custodia desea una feliz y santa Navidad a todos.
Mab
Este año 23 grupos han recorrido la ciudad en un larguísimo y alegre desfile. Desde las 9 de la mañana hasta las 13:30 han preparado el camino al Patriarca que, saliendo de Jerusalén casi a mediodía, tras una parada en Mar Elías y otra en la Tumba de Raquel, ha entrado en la ciudad cerrando el desfile con un cortejo de alrededor de 140 automóviles. El buen tiempo, o la alegría de ver tanta gente, rostros por todos conocidos, en camino ha animado a los chóferes a tomarse todo el tiempo del mundo, aun habiendo salido según la hora fijada y llegando a la Tumba de Raquel según lo previsto, llegando el coche del Patriarca a la plaza del Pesebre con un gran retraso.
El folclore, desplegado desde la mañana por la ciudad, ha cedido el puesto a las oraciones que se han celebrado en la iglesia de Santa Catalina y en la gruta para cumplir con el horario impuesto por el Status Quo.
Rápidamente se ha pasado a la entrada solemne en la que fray Stéphane Milotvich ha recibido a su Beatitud Monseñor Fuad Twal ante la puerta de la Humildad; luego, sin pausas, se han celebrado las vísperas en Santa Catalina y la procesión a la gruta. Sólo a las 17 horas los frailes de la Custodia de Tierra Santa –en esta ocasión muy numerosos tanto en la parroquia, de la que son encargados, y en la gruta cuya custodia comparten con los griegos ortodoxos y los armenios- han podido disfrutar de un momento de descanso.
Finalmente, mientras los sacristanes estaban liados con los últimos preparativos, otros frailes se han ido para dejar su puesto a los 1900 peregrinos que habían conseguido obtener una entrada.
Según la tradición, antes de la misa se comparte la cena con el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, Abu Mazen, y su séquito. Una cena que ha presidido el Custodio de Tierra Santa con el Patriarca a su lado.
Este año, el gran número de peregrinos que han visitado la ciudad de la Natividad ha favorecido una mejora visible de su economía que, sin olvidar la barrera de seguridad y sus nefastas consecuencias en la población y en el empleo, ha permitido a la ciudad celebrar la Navidad con alegría. Una alegría que, sin embargo, ha estado empañada por dos sucesos: el incendio del Monte Carmelo que ha costado la vida al hermano del coronel israelí encargado del distrito de Belén y al cual todas las autoridades, cargos públicos y eclesiásticos de Beit Sahur y Beit Jala han presentado sus condolencias; y el accidente mortal sufrido el mismo día por tres de las cinco hermanas franciscanas que venían a Belén desde el Monte de las Bienaventuranzas.
El accidente de las hermanas franciscanas ha afectado profundamente a la Custodia, que tiene una relación muy estrecha y fraterna con las distintas comunidades del país. Los franciscanos han añadido en la oración universal de los fieles una invocación especial al Señor por las hermanas fallecidas, así como por toda la Congregación.
Ha sido una misa muy sentida, presidida por Monseñor Fuad Twal, rodeado del presidente Mahmud Abbas y su séquito, junto a los cónsules generales de las cuatro “Naciones Latinas” (Italia, Francia, España y Bélgica) y por una gran asamblea constituida en su mayor parte por peregrinos, religiosos residentes en el país y algún cristiano local.
Los cristianos locales ceden encantados sus puestos a los peregrinos pues prefieren celebrar la alegría de la Navidad a medianoche, en su lengua, junto a sus parroquianos y en la misma Gruta.
Además, la homilía de S. Beatitud ha sido en árabe, precedida de unas palabras de bienvenida y felicitación navideña en cuatro lenguas, para los telespectadores de la misa a través de Mundovisión. Numerosos cristianos locales, latinos y demás, han seguido la celebración por televisión, escuchando el mensaje de S. Beatitud que ha invocado el respeto a la vida, la atención por los más pequeños y la vigilancia sobre el espíritu familiar. Después ha recordado que este ha sido un tiempo fuerte para todos los cristianos de Oriente Medio con el Sínodo de los Obispos, pidiendo por la unidad de los cristianos y la intensificación del diálogo con nuestros hermanos judíos y musulmanes. « Se trata de reunirnos en torno a nuestros valores comunes, que son numerosos, como la oración, la piedad, el ayuno, la limosna y, sobre todo, los valores éticos ».
El Patriarca ha concluido su homilía con una llamada a la paz : « Nuestro deseo para esta fiesta es que el sonido de las campanas de nuestras iglesias acalle el rumor de las armas en este herido Oriente Medio nuestro. Que la alegría se dibuje en todos los rostros, que la alegría penetre todos los corazones. Recemos por la paz. Deseamos que la paz descienda sobre el pueblo de Israel, así como sobre el pueblo de Palestina y sobre todo el Oriente Medio, para que nuestros niños puedan vivir y crecer en un contexto sereno ». Como ya es tradicional, la delegación palestina se ha retirado tras el intercambio del gesto de la paz y la misa ha continuado hasta concluir con la procesión de los sacerdotes a la Gruta.
No obstante, las fiestas de Navidad no acaban aquí. Durante toda la noche y en el curso de todo el día de Navidad, hasata las 16:30 horas, las misas se suceden. Para asegurar este servicio, los sacristanes franciscanos se han organizado en equipos para el día y la noche, con refuerzos por parte de los estudiantes de San Salvador. Unas cuarenta misas se celebrarán en la gruta y en las capillas de la iglesia de Santa Catalina en estas 24 horas, sin contar con todas las que se celebran en el Campo de los Pastores. La misa del día de la parroquia se ha celebrado enteramente en árabe y ha estado presidida por el nuevo Patriarca. Ha recibido el agradecimiento de fray Marwan Di’des por su presencia y por haber podido, como un verdadero padre, reunir a todos sus hijos disperos por todo el país, de norte a sur, pasando por Gaza.
Los cantos navideños siguen sonando en los alrededores de la Basílica de la Natividad pero los periodistas ya han abandonado la plaza. En Belén la fiesta no terminará hasta que todas las confesiones cristianas hayan celebrado su Navidad. Será el 19 de enero, fiesta de la Navidad para los armenios. En este día simbólico del 25 de diciembre, la Custodia desea una feliz y santa Navidad a todos.
Mab