Dos días después del 7 de enero, Navidad para las Iglesias orientales (a excepción de los armenios que la celebran el19), los frailes de la Custodia de Tierra Santa visitaron a las distintas comunidades ortodoxas para intercambiar felicitaciones.
El entendimiento con los greco-ortodoxos
La mañana comenzó con una cita en el patriarcado greco-ortodoxo. En los discursos del Custodio de Tierra Santa, fray Francesco Patton, y del patriarca greco-ortodoxo Teófilo III, afloró, entre otras cosas, la amistad fraterna que se ha desarrollado en los últimos años entre las dos comunidades, pero también a nivel personal.
“Este año celebraremos juntos la Pascua” recordó el Custodio. “Espero que seamos capaces de mostrar a todo el mundo que los cristianos que viven en Jerusalén somos una sola familia, que nuestras diferencias son piezas de un mismo mosaico, que la piedra angular sobre la que están construidas nuestras Iglesias es la misma”.
Al despedirse al finalizar su mandato, que ha durado nueve años, el Custodio quiso recordar los numerosos frutos nacidos de la colaboración entre las dos Iglesias, y el compromiso común por la defensa de los cristianos y de los derechos de las Iglesias en Tierra Santa pero, sobre todo “hemos dado frutos de caridad verdadera y fraterna y sabemos que, ‘si nos amamos los unos a los otros, Dios permanece en nosotros’. Esto es nuestro logro común y nuestro legado común”.
Una cordialidad y un afecto que resonaron también en las palabras añadidas improvisadamente a su discurso por Teófilo III, que expresó su agradecimiento por la unidad y la amistad creadas a nivel personal y entre las comunidades durante los años de mandato de fray Patton.
Felicitaciones y diálogo
En las visitas posteriores la Custodia estuvo representada por el vicario, fray Ibrahim Faltas. Los encuentros se desarrollaron en un clima de gran cordialidad y las distintas comunidades quisieron expresar su cariño y respeto por la Custodia. Cada encuentro fue también una oportunidad para subrayar la importancia del diálogo y la colaboración entre las Iglesias.
Como recordó fray Athanasius Macora, responsable del Status Quo para la Custodia: “el intercambio de felicitaciones es un ejemplo del compromiso común de las diferentes Iglesias en la defensa de los derechos y la presencia cristiana en Tierra Santa. El entramado de ritos en los Santos Lugares es una gran riqueza, pero también un compromiso exigente para superar juntos los problemas que puedan surgir”.
Los franciscanos visitaron las comunidades de los sirio-católicos, los coptos y los etíopes en sus respectivas sedes. El hecho de que también estuvieran presentes más comunidades cristianas – aunque no estaba previsto – añadió alegría al encuentro.
Marinella Bandini