100 años de presencia de las Franciscanas Misioneras de María en Belén | Custodia Terrae Sanctae

100 años de presencia de las Franciscanas Misioneras de María en Belén

El 1 de noviembre, las Franciscanas Misioneras de María (FMM), han celebrado el primer centenario de su presencia en Belén con una misa presidida por el Custodio de Tierra Santa, fray Pierbattista Pizzaballa, acompañado por una decena de sacerdotes y ante una numerosa asamblea de amigos entre los que figuraba el padre Maher Abboud, viejo párroco de la parroquia greco-católica de Maghar, en Galilea.

Su llegada a Belén, en realidad, tuvo lugar algún día antes de la Navidad de 1909, pero las franciscanas han elegido la fiesta de Todos los Santos para conmemorar este gran acontecimiento, subrayando así la contribución de las seis monjas pioneras llegadas en barco, a petición de las Damas del Calvario, para encargarse de su dispensario y ocuparse de algunos ancianos.

En este país cuya historia sigue tristemente el ritmo de las guerras, las hermanas han vivido en la pobreza, como dignas hijas de san Francisco, adaptándose siempre, tanto en el pasado como ahora, a las necesidades de la población a cuyo servicio están. Fray Marwan Di’des ofm, en su homilía, ha recorrido a grandes rasgos los episodios más sobresalientes de su historia en Belén.

Hoy, todas las obras a las que las hermanas se han consagrado a lo largo de los años, como el cuidado de personas ancianas, el orfanato, las obras de asistencia, el taller de bordado, la acogida a los peregrinos, el asilo… han cedido paso a la obra de acogida para familias con dificultades.

Mientras que una parte de la casa, situada no muy lejos de la Gruta de la Leche, sigue acogiendo grupos de jóvenes, retiros y cursos variados, otra parte la ocupa actualmente la “Casa del Niño”, abierta por la Custodia para acoger a chicos y jóvenes desde los 6 hasta los 16 años, provenientes de familias necesitadas. Las hermanas participan, junto al director, fray Marwan, en la gestión de esta casa. No han perdido ni un ápice de su espíritu pionero y trabajan siempre con el mismo celo y la misma fe al servicio de los que sufren.

La congregación, fundada en 1877 por la Madre María de la Pasión, francesa, cuyo retrato se mostraba frente al altar, se internacionalizó posteriormente. Las franciscanas de Tierra Santa reflejan este carácter internacional. A la fundación de Belén siguieron la de Jerusalén (1918), la de Nazaret (1945) y la de Bat Yam (al sur de Tel Aviv, en 1973). Las FMM están también presentes en Siria, donde abrieron casa en 1911, así como en Jordania y el Líbano.

Estaba también presente la provincial de Oriente Medio, sor Narelle Skeers, uniéndose a la alegría de sus hermanas venidas de todas las comunidades de Tierra Santa. Una alegría serena que ha iluminado toda la celebración, maravillosamente cantada en árabe por un coro de jóvenes de la parroquia dirigido por fray Raffaele Tayem ofm. La misma alegría que se podía leer en los rostros durante el momento del refresco que ha seguido a la misa y, sobre todo, cuando sor Narella ha cortado la tarta.

Para que puedan seguir, durante otros 100 años más, con su humilde, pobre pero tan eficaz servicio, deseamos a las Franciscanas Misioneras de María que tengan numerosas vocaciones. Este es el mejor regalo para su aniversario: rezar con ellas, y por ellas.

Mab

Sitio web de las Franciscanas Misioneras de María (en inglés, francés y español)