La Curia custodial, con el custodio de Tierra Santa a su cabeza, agrupo todos los servicios de la Custodia de Tierra Santa permitiéndole, allá donde está presente, vivir su vocación de acogida a los peregrinos, servicio a los pobres, pastoral local y custodia y vida litúrgica de los santos lugares.
Representa a todos los frailes, tanto en la vida eclesial local, como en su relación con los Ordinarios católicos de Tierra Santa, así como a través de las relaciones ecuménicas y el diálogo con el resto de religiones. Además centraliza el servicio económico, el de asistencia social y de comunicación (6 revistas, una imprenta, un centro de producción multimedia, un centro de información cristiana y un sitio en internet), todos los servicios administrativos relativos a los frailes (desde la formación a los nombramientos, pasando por los trámites para obtener los visados). La Curia mantiene relación con la Curia general de la Orden franciscana y con todos los conventos de la Custodia de Tierra Santa en Oriente Medio (Chipre, Egipto, Jordania, Israel, Líbano, Palestina y Siria) y los que hay en el resto del mundo bajo su directa jurisdicción (Argentina, España, Grecia, Italia y los Estados Unidos), así como con las 66 Comisarías y las 31 Vicecomisarías de Tierra Santa presentes en 51 naciones.
Si las ceremonias religiosas y oficiales dan a los miembros de la Curia un aspecto bastante solemne, en el día a día se trabaja al servicio de las realidades de Tierra Santa y en la acogida a los peregrinos. En los últimos años, distintos miembros de la Curia y otros frailes y laicos, delegados para esta misión, han acogido a miles de peregrinos en San Salvador, ilustrando la realidad de la Custodia y sus obras en Tierra Santa, y transmitiendo la «gracia» de los Santos Lugares en los que se encuentran las raíces espirituales cristianas.
El Custodio de Tierra Santa es el Ministro Provincial (es decir, el superior mayor) de los Frailes Menores que viven en todo Oriente Medio. Tiene jurisdicción sobre los territorios de Israel, Palestina, Jordania, Líbano, Egipto (en parte), Chipre y Rodas, sin contar las numerosas casas o Comisariados en varias partes del mundo (dignos de mención son los de Roma y Washington).
El Custodio de Tierra Santa es el Ministro Provincial (es decir, el superior mayor) de los Frailes Menores que viven en todo Oriente Medio. Tiene jurisdicción sobre los territorios de Israel, Palestina, Jordania, Líbano, Egipto (en parte), Chipre y Rodas, sin contar las numerosas casas o Comisariados en varias partes del mundo (dignos de mención son los de Roma y Washington).
La tarea principal del Custodio, además de animar la vida de los frailes, es coordinar y dirigir la acogida de los peregrinos que vienen a Tierra Santa para realizar la peregrinación y rezar en los santuarios de nuestra Redención. Esta tarea fue confiada por la Santa Sede hace más de 600 años. El término utilizado en aquel tiempo para designar esta tarea fue "custodia" de los lugares santos, de donde derivan los términos aún en uso "Custodia" y "Custodio".
El primer y más importante papel del Custodio, por tanto, es recibir a los peregrinos en los Santos Santuarios, ofreciéndoles espacios de oración y poniendo a disposición hospederías para quienes no pueden permitirse hoteles costosos.
El Custodio garantiza que haya frailes disponibles para recibir y dialogar con los peregrinos en los lugares santos. Su jurisdicción incluye todos los santuarios cristianos católicos. Asegura su apoyo económico para que esta importante función se cumpla.
Otra misión que asume el Custodio es coordinar la información sobre Tierra Santa e infundir en los cristianos del mundo el "cariño amoroso" por estos lugares: excavaciones arqueológicas en los lugares santos, publicación de antiguas peregrinaciones y sobre todo, el estudio de la Biblia a través de la geografía y la historia de esos mismos sitios donde ocurrieron los acontecimientos. Por esta razón la Custodia ha fundado el SBF, FAI, FPP, entre otros. Estas actividades dependen principalmente del Custodio, quien patrocina tales iniciativas.
Otra tarea importante que asume el Custodio es cuidar y sostener, de acuerdo con la iglesia local, la presencia cristiana en Tierra Santa mediante diversas iniciativas. Esto incluye el ministerio en escuelas y parroquias, y se realiza en conjunto con la iglesia local.
Estas iniciativas requieren claramente no solo el apoyo moral de los cristianos de todo el mundo, sino también su apoyo económico. Por esta razón, a lo largo de los siglos, se establecieron varios "Comisariados de Tierra Santa" en todo el mundo para fomentar la conciencia sobre los frailes que viven en Tierra Santa y, al mismo tiempo, solicitar fondos para ayudar a sostener la labor de la Custodia.
Todos estos Comisariados (y son muchos) dependen directamente del Custodio. Dada la importancia del papel del Custodio, no es elegido como los otros Ministros Provinciales de la Orden. Más bien, es nombrado directamente por la Santa Sede después de una consulta con los frailes de la Custodia y la presentación realizada por el órgano de gobierno de la Orden.
En Tierra Santa, el Custodio es considerado una de las principales autoridades religiosas cristianas. Junto con el Patriarca Griego Ortodoxo y el Patriarca Armenio Ortodoxo, es responsable del status quo, el código que regula la vida en el Santo Sepulcro y en la Iglesia de la Natividad en Belén. Por derecho, forma parte de la Asamblea de los Ordinarios Católicos de Tierra Santa (los Obispos de la iglesia católica local).
El Vicario de Tierra Santa forma parte de la Curia Custodial.
Apoya en torno al rol del Custodio y, en su ausencia, preside las ceremonias y responsabilidades que serían atribuidas a este último.
Si el puesto del Custodio queda vacante, es el Vicario quien, en un plazo de 15 días, convoca al Discretorio Custodial para proceder con la elección de un nuevo Custodio.
El Secretario General de la Custodia es miembro de la Curia. No es el secretario privado del Custodio: este cargo lo ocupa actualmente un laico. Sobre todo, está al servicio de todos los mecanismos de la Custodia, incluyendo, en primer lugar, el Discretorio. Prepara la agenda de las reuniones del Discretorio, redacta posteriormente las actas y asegura la implementación de las decisiones tomadas.
Es responsable de toda la correspondencia de la Custodia con la Iglesia Universal, con la Iglesia local de todas las confesiones y ritos, con la Orden Franciscana y con los Comisarios de Tierra Santa y, por último, con todos los frailes según lo requiera el servicio. También participa en la mayoría de los asuntos administrativos de la Custodia.
El Economo, encargado de los servicios financieros de la Custodia, es elegido para gestionar los gastos e ingresos bajo la dirección del Discretorio y en coordinación con los Comisarios de Tierra Santa. Además, desempeña la función de coordinador del personal y de la administración de las casas y sus alquileres, una labor que apoya a los cristianos locales mediante la asignación de viviendas propiedad de la Custodia y construidas con las donaciones a favor de Tierra Santa provenientes de todo el mundo.
Los discretos que componen el Discretorio, frailes elegidos según los distintos grupos lingüísticos (un grupo lingüístico está representado al menos por 12 personas que hablan la misma lengua), están en estrecha relación con la Curia.
El Discretorio se reúne una vez al mes para ayudar al custodio en la asunción de las distintas decisiones.
El Discretorio aprueba las cuentas anuales y los informes de los frailes a los que ha confiado misiones específicas.
Al menos una vez al año recibe a los responsables de la formación, que deben dar cuenta de sus actividades. El custodio y el vicario custodial son miembros de derecho del Discretorio.
El Discretorio, por su propia naturaleza específica, puede solicitar la intervención de cualquier fraile o laico para recibir opinión o consejo.