Se ha inaugurado un nuevo pabellón en la Escuela Helen Keller de Beit Hanina, una institución que desde hace años acompaña a niñas y niños con necesidades educativas especiales. La escuela, apoyada por la Custodia de Tierra Santa, se confirma como un lugar donde la educación se entrelaza con la inclusión, el cuidado y el respeto por la dignidad de cada persona.
Frey Francesco Ielpo, Custodio de Tierra Santa, describió la inauguración como un momento de gran emoción. "Fue claro que lo que importa no son tanto las capacidades que poseemos, sino la voluntad de crecer y llegar a ser grandes", dijo.
Frey Ibrahim Faltas, director de las escuelas de Tierra Santa, compartió el entusiasmo vivido durante la apertura: "hoy inauguramos el primer piso de la Escuela Helen Keller. Todos fueron acogidos con cantos y palabras de fiesta, fue maravilloso".
Frey Paulo Francisco Paulista, también director, recordó que la Escuela Helen Keller es mucho más que un lugar de educación, es "un refugio de dignidad y esperanza" donde los alumnos reciben no sólo enseñanza, sino también escucha, atención y apoyo afectivo. Las aulas renovadas y los espacios rehabilitados son testimonio de un compromiso concreto para garantizar a cada uno un futuro lleno de posibilidades.
Los padres expresaron gratitud por el trabajo realizado, subrayando cómo sus hijos están experimentando verdaderos cambios significativos gracias al camino educativo y relacional que ofrece la escuela.
El Custodio concluyó con palabras de esperanza:
"esto es un pedazo de cielo aquí en la tierra. Donde hay voluntad de comprometerse, ya hay un fragmento de paraíso. Aquí en Jerusalén, en este pequeño rincón, construimos un futuro de paz y justicia, con hombres y mujeres que desean el bien de todos".
Francesco Guaraldi