“La visita del Custodio nos alienta en nuestra misión y expresa la unidad con la Iglesia de Jerusalén”. Así comentaba fray Jerzy Kraj, guardián del convento franciscano de Nicosia, delegado patriarcal y delegado del Custodio en Chipre, la visita de fray Francesco Patton. El Custodio ha pasado una semana en Chipre (del 9 al 16 de abril) para la visita canónica a las fraternidades de la Custodia de Tierra Santa, el capítulo zonal y la Asamblea de los Ordinarios Católicos de Tierra Santa. Durante la visita canónica, que tiene lugar cada tres años, está previsto que el Custodio visite todas las casas, las estructuras y que tenga una conversación personal con todos los frailes. Eso es lo que ocurrió en Chipre, con el apoyo de fray Marcelo Cichinelli, que actuó como secretario de la visita.
“La isla de Chipre está históricamente vinculada a la Custodia de Tierra Santa y también San Francisco pasó por aquí – explicaba fray Jerzy -. Esta ha sido una oportunidad para mostrar al padre Custodio el lugar donde desembarcó Francisco”.
La visita comenzó el lunes 9 de abril con la reunión de todos los frailes de la isla en el guardianato de Nicosia con una liturgia de la palabra, una charla con todos y un almuerzo común. Concluyó el lunes 16 de abril en el convento de Limasol con la reunión formativa del capítulo zonal, la celebración de la santa misa y un ágape fraterno.
La Custodia de Tierra Santa está presente en Chipre con tres conventos: uno en Chipre y las dos casas filiales en Lanarca y Limasol, que en total cuentan con nueve frailes.
Entre los momentos destacados de la visita del Custodio, la misa con la comunidad africana en Famagusta, en la que fray Francesco expresó su satisfacción por el servicio prestado por los frailes a los extranjeros y los emigrantes de Nigeria. “El Custodio nos ha animado a prestar este servicio a los extranjeros, ya que la comunidad latina en Chipre está compuesta por un 90% de extranjeros emigrantes – afirmó fray Jerzy -. Los habitantes locales son pocos en comparación con filipinos, indios, srilankeses y africanos”.
En cuanto al capítulo zonal, fray Jerzy explicó que era un capítulo formativo en el que se plantearon propuestas para el capítulo custodial de 2019: “Hemos hablado de las actividades que desarrollamos a diario, hemos tratado el tema del proyecto de vida personal y comunitario. Ha sido una manera de tomar conciencia sobre quiénes somos y qué debemos hacer”. El balance de la semana es positivo y – asegura el guardián del convento de Nicosia – “ha sido estimulante para el servicio que prestamos. Nuestra actividad nos compromete con todas nuestras fuerzas. Estamos aquí, no solo para custodiar la memoria histórica de la vida franciscana, sino sobre todo para promover el Evangelio”.
La actividad de la Custodia en Chipre es de carácter pastoral, educativo-formativa y caritativa. Los frailes dirigen cuatro parroquias en la parte sur, en la zona griega de la república de Chipre, y además existen dos capellanías en la parte norte turca. “En lo que respecta al aspecto caritativo, colaboramos con Cáritas Chipre y con la iglesia maronita en esta actividad – continuaba fray Jerzy -. También tenemos una escuela, que es la más antigua de Chipre, de la que el Custodio ha destacado el diálogo ecuménico”. Al Terra Santa College de Nicosia asisten no solo latinos, sino también ortodoxos, maronitas y armenios. Como vicario patriarcal y como vicario del Custodio, fray Jerzy Kraj también está inmerso en el diálogo ecuménico del gran proyecto de reunificación de la isla, y es miembro del consejo restringido de los líderes de las iglesias religiosos, del que también forma parte el muftí musulmán. “El grupo, como imagen del diálogo también con la parte musulmana, es muy apreciado – concluía el fraile -. Recientemente nos hemos reunido con más de 40 embajadores, a los que hemos mostrado que las religiones están a la vanguardia del diálogo. Abrimos caminos, construimos puentes para lo que en el futuro podría convertirse en decisiones políticas”.
Beatrice Guarrera
25/04/2018
