Un convento por el Monte Nebo | Custodia Terrae Sanctae

Un convento por el Monte Nebo

El 4 de octubre de 1932, la Custodia de Tierra Santa adquirió las tierras del Monte Nebo y fue entonces cuando comenzó la aventura arqueológica que aún hoy continúa. Cada año este lugar se desarrollan campañas de excavación arqueológica dirigidas, alentadas y fomentadas por los padres Franciscanos, a cuya cabeza actualmente está el padre Michele Piccirillo. Estas campañas, junto a las visitas de peregrinos y turistas, son las que dan ritmo a la vida del monte.

El Discretorio de la Custodia, reunido en Jerusalén del 1 al 5 de julio, dio un nuevo impulso a ese gran lugar. Es un hecho que por primera vez, en el convento adyacente al santuario será erigida canónicamente una fraternidad que vivirá en esta montaña santa.

La comunidad está formada por tres hermanos representantes de tres nacionalidades y continentes diferentes (el hermano Fabián, australiano; el hermano Simón, italiano y el hermano Salem, sirio) quienes revivirán la vida contemplativa y de oración, unida al hospedaje de peregrinos; algo que encontramos testimoniado en el Itinerario de Egeria, datado a finales del siglo IV.

Este es el único Santuario de la Custodia en Jordania y el único que, a las puertas de Tierra Santa, está unido al Antiguo Testamento. Fiel a su misión de conservación y preservación de los lugares santos, el Discretorio ha querido recalcar su deseo de vivir plenamente su vocación también en Jordania. El Padre Michele Piccirillo es el responsable de las excavaciones y del proyecto de acondicionamiento de un tejado -digno de ese nombre- por encima del santuario.

En un futuro, la Custodia espera acondicionar un lugar de hospedaje y retiro, en especial para la iglesia local.

El hecho de erigir canónicamente este convento es parte de un plan global de la Custodia para reforzar su presencia en Jordania, ya que además, el Colegio Tierra Santa de Amman verá incrementada su comunidad. Dos hermanos vendrán a respaldar al padre Rachid Mistrih tanto en esta obra educativa como en el acompañamiento vocacional.

Así que, de ser dos, el número de franciscanos en Jordania pasará a 6. De acuerdo con la tradición judía, Moisés falleció en el Monte Nebo por un beso de Dios.

Esperamos que los franciscanos en Jordania, en su reencuentro con Dios, conozcan esta intimidad divina para que la Custodia siempre sea más viva sobre esta Tierra Bendita.

MAB