Tres novicios tras la senda de Francisco (y del amor de Dios)

Tres novicios tras la senda de Francisco (y del amor de Dios)

Tres novicios de la Custodia de Tierra Santa hicieron su primera profesión (votos temporales) a manos del Custodio de Tierra Santa, fray Francesco Patton. Se trata de fray Brutus Mualem, fray Deyvis Padilla Cervantes y fray José Luis Guaimas. La ceremonia, presidida por el padre Custodio, tuvo lugar el sábado 2 de septiembre en La Verna (Italia). Con ellos, otros cuatro novicios – de las provincias toscana y lituana de la Orden de los Frailes Menores – manifestaron públicamente su compromiso a manos de sus respectivos ministros provinciales.

Un regalo de amor

En su homilía, el Custodio habló de la vocación a la vida religiosa como una llamada al amor y un compromiso de dar amor. “La vocación, es decir, la llamada por parte de Dios, reside enteramente en este amor exagerado que Dios siente por nosotros. La profesión de vida consagrada es la respuesta personal que damos a este amor, libremente y para siempre”. Un compromiso no solo a amar a Dios sino también “la exigencia de amarnos los unos a los otros”. Fray Patton animó a los jóvenes recién profesos a no tener miedo a elegir y comprometerse con este Amor: “Sucederá en vuestra vida lo que ocurrió en la vida de Francisco, seréis transformados por el amor”.

Te prometo la vida eterna

Después de la homilía, cada novicio se arrodilló ante su provincial y en sus manos pronunció la fórmula de la profesión temporal, comprometiéndose a “vivir durante un año en la obediencia, sin nada propio y en castidad” según la regla de San Francisco y las Constituciones Generales de la Orden de los Frailes Menores.

A este compromiso corresponde la promesa pronunciada por el provincial: “Y yo, en nombre de la Iglesia y de nuestra fraternidad, recibo tus votos y, en nombre de Dios todopoderoso, si cumples estas cosas, te prometo la vida eterna”.

La formación franciscana

La profesión temporal de los Consejos evangélicos se realiza al final del año de noviciado. Con esta ceremonia, los novicios se comprometen públicamente a vivir según la regla de San Francisco, en obediencia, pobreza y castidad. Cada año deberán renovar su compromiso, hasta que sean admitidos a la profesión perpetua. El itinerario de los novicios en la Custodia seguirá ahora en la comunidad franciscana de Tierra Santa, donde profundizarán en sus estudios filosóficos y teológicos, pero también en la vida franciscana.

Nuevos comienzos

El domingo 3 de septiembre, en Montefalco (Italia), sede de la casa de postulantado de la Custodia de Tierra Santa, cuatro jóvenes vistieron el hábito franciscano, momento con el que comienza el año de noviciado. Se trasladarán en breve a La Verna para vivir un año de estudio y profundización en la regla franciscana y la vida religiosa.

Otros nueve jóvenes empezaron, en Montefalco, el año de postulantado. En esta fase, quienes aspiran a entrar en la orden franciscana tienen la oportunidad de conocer de manera directa la vida franciscana, viviendo en fraternidad, pero permaneciendo en estado laico.

Marinella Bandini