“¿Quién soy yo para ti?”: ordenaciones sacerdotales en San Salvador | Custodia Terrae Sanctae

“¿Quién soy yo para ti?”: ordenaciones sacerdotales en San Salvador

El lunes 29 de junio, día de la solemnidad de San Pedro y San Pablo, en la iglesia de San Salvador, cinco diáconos recibieron la ordenación sacerdotal por la imposición de manos de monseñor PierbattistaPizzaballa, administrador apostólico del Patriarcado Latino.

Procedentes de Perú y México, fray Alexander, fray Angel, fray Ricardo, fray Rodrigo y fray Wilder ya son nuevos sacerdotes.  Justo al comienzo de la celebración el Custodio de Tierra Santa, fray Francesco Patton, que concelebró, los presentó al administrador apostólico declarando que les consideraba dignos de acceder al segundo grado del sacramento del orden sagrado.  Muchos sacerdotes se reunieron para la ocasión, entre ellos monseñor Marcuzzo, obispo auxiliar de Jerusalén, el vicario de la Custodia de Tierra Santa, fray DobromirJasztal y el guardián de San Salvador, fray Marcelo Cichinelli.

La gente no esperará de vosotros escuchar un discurso sobre Jesús”, dijo monseñor Pizzaballa en su comentario a las lecturas, “sino comprender a través de vuestra vida vuestro deseo de él, entrar en esa pregunta directa que Jesús hizo a sus discípulos y que continúa haciendo a cada uno de vosotros, cada día, siempre: ¿quién soy yo para ti? Esto es lo primero que debemos hacer nuestro, hoy.

Porque convertirse en sacerdote significa hacer que la vida sea un diálogo, una relación y donde, dentro de esa relación, uno se atreve a exponerse al conocimiento mutuo, uno del otro.  ¿Qué es la Eucaristía, qué son los sacramentos, sino un diálogo?”.  La celebración siguió con las letanías de los santos, la imposición de las manos y la oración de consagración. Posteriormente, se pasó a los ritos explicativos: la vestición de los hábitos sacerdotales, la unción crismal y la entrega del pan y el vino.

Al final de la santa misa, fray Ángel tomó la palabra para agradecer a todos los que habían participado en la celebración y en su itinerario formativo, personal y espiritual.  El nuevo sacerdote invitó a rezar los unos por los otros, “os recuerdo que es la oración mutua la que nos hace uno en Cristo”. El Custodio de Tierra Santa, fray Francesco Patton, concluyó la celebración con una breve intervención para felicitar a los sacerdotes: “si vais a celebrar en las Misioneras de la Caridad en Jerusalén, en la sacristía hay una frase en inglés que dice «hay que celebrar cada misa como si fuese la primera, la última, la única».Esto sirve para cualquier sacramento y eso espero: vivid siempre el servicio como si fuese el primero, el último, el único”, les deseó fray Patton.

“En mi camino de formación, hasta ahora, me he dado cuenta de dos cosas: que nada es posible si no nos aferramos al Señor, y que es en la Iglesia y en la comunidad donde recibimos el valor y el impulso para continuar entregando nuestra vida”, señaló fray Ricardo. “En estos días anteriores a la ordenación he recibido mucho apoyo por parte de muchas personas. Al mirar en mi interior, creo que lo más bonito es esto: experimentar que, a pesar de que a menudo no me acuerdo del Señor, Él y su Providencia siempre están junto a mí para tenderme la  mano, abrazarme y sugerirme palabras de consuelo a través de las personas con las que me encuentro”.

 

 

Giovanni Malaspina