Profesiones solemnes: “conquistados por el Señor” | Custodia Terrae Sanctae

Profesiones solemnes: “conquistados por el Señor”

El sábado 5 de octubre fue un día de fiesta para la comunidad de los Frailes Menores (franciscanos) de Tierra Santa: fray Ernesto, fray George, fray Giuseppe y fray Paulo, después de las etapas de formación inicial, postulantado, noviciado y profesión temporal, concluyeron su camino de discernimiento haciendo la profesión solemne, su sí para siempre al Señor dentro de la hermandad de los frailes menores.

El Custodio de Tierra Santa, fray Francesco Patton, que presidió la celebración eucarística, en el comentario al Evangelio destacó la importancia de ser conquistado por Dios expresada en las lecturas escogidas, especialmente el pasaje del joven rico. “Podría parecer lenguaje militar”, señalaba el Custodio, “sin embargo, es el lenguaje del Amor que nos muestra cómo en la base de toda respuesta está la experiencia de ser conquistados o, como dice Jeremías, seducidos por Cristo”.

Fray Patton habló después de la necesidad de que los votos que se profesan tengan un reflejo real en la vida diaria de cada uno: obediencia, sin nada propio y castidad; tener en mente estos tres votos ayuda a los religiosos a ser para Dios en cuerpo y alma, con la totalidad y la integridad de la propia persona.  “Hay un amor que nos llena de esperanza, de alegría, de visión de eternidad, y es el amor por Cristo, y hay otro amor que nos pesa y nos colma de tristeza, aquel por el mundo”, explicó el Custodio.

En los rostros de los familiares y amigos presentes era evidente la emoción en los momentos que marcaron la celebración.  Cada profeso leyó en su idioma la fórmula de la profesión en manos del Custodio de Tierra Santa y, un poco antes, tumbados en el suelo, escucharon a la asamblea rezar las letanías para pedir la intercesión de los santos franciscanos y de la Iglesia entera.  La alegría de los frailes que recibieron a los nuevos profesos solemnes en la fraternidad se expresó con un caluroso abrazo al finalizar el momento central de la celebración, que también fue subrayado por un aplauso general.

“Creo que la profesión solemne va a concretar y fortalecer la adhesión que ya sentí intensamente el día de la vestición” comentó fray Paulo al final de la celebración.  “Ese sí, que ya había dado, hoy se concreta de manera más fuerte, para toda la vida, encomendándome a la fraternidad de Tierra Santa” 

“La profesión solemne”, contó fray Giuseppe, “me ofrece la posibilidad de comenzar de nuevo desde el principio mi búsqueda constante de Dios.  En estos ocho años de prueba entre los franciscanos he experimentado la diferencia entre la estabilidad monástica y la vida peregrina franciscana. He experimentado que, en cada lugar, Dios te revela un nombre nuevo, un aspecto nuevo, y si aceptas conocerle cada vez más, se une a tu vida”.

Giovanni Malaspina