Después de muchos años de trabajo, ha finalizado la nueva edición de los 53 documentos litúrgicos para las oraciones de la comunidad franciscana del Santo Sepulcro. Todos están disponibles y se pueden descargar gratuitamente en la sección dedicada a la liturgia (Documentos litúrgico en la Basílica del Santo Sepulcro) de la web de la Custodia.
La larga labor de revisión y actualización de las liturgias cantadas fue llevada a cabo por el presidente de la Basílica del Santo Sepulcro, fray Stéphane Milovitch.
Liturgista, fray Stéphane lleva 5 años dedicado a la readaptación de las antífonas gregorianas y las melodías de la oración de la comunidad del Santo Sepulcro: una comunidad que está presente en la basílica desde hace 700 años junto con otras comunidades orientales, cuyas relaciones están reguladas por el Status Quo.
Le pedimos algunas aclaraciones sobre estos valiosos textos:
Sí, la liturgia es muy especial y está indisolublemente ligada a la historia de este lugar. Durante siglos, hasta mediados del XIX, la basílica del Santo Sepulcro estuvo cerrada con llave, mañana y tarde, con aperturas limitadas e independientes de la voluntad de los frailes. Por esta razón, la liturgia se desarrolló mucho: no había espacio para el apostolado y, por tanto, la actividad de los frailes se estructuró en torno a la oración y a la liturgia de las horas.
Los frailes del Sepulcro tuvieron que vivir y sobrevivir en este ambiente restringido, adaptando los tiempos de oración a los horarios de las restantes comunidades, que también estaban cerradas alrededor de la tumba de Cristo resucitado. El Status Quo que actualmente regula los espacios, los horarios y los tiempos de nuestras funciones es el que ya tenían los frailes hace más de 150 años.
Aquí, en el Santo Sepulcro, el Status Quo no permitió ninguna modificación en los horarios. Por eso, la Liturgia de las Horas de la comunidad franciscana empieza a las 23:30 con los maitines y los laudes, dos oficios que se celebran en plena noche. Y luego se suceden las misas privadas en los distintos santuarios de la basílica hasta la misa comunitaria cantada de las 6:30.
Sin embargo, en el Sepulcro el Status Quo nos permite mantener en las fiestas y solemnidades algunas oraciones nocturnas cantadas en gregoriano. Pero mientras que los textos de la liturgia se establecieron unívocamente en los libros de la reforma litúrgica, la cuestión de la melodía sigue siendo más compleja.
Inicialmente, junto con la reforma del Vaticano II, el franciscano Emilio Scheid consiguió adaptar la nueva Liturgia de las Horas según las melodías preconciliares, salvando en cierto modo la dignidad del oficio cantado. Pero con el tiempo se hizo necesaria una actualización porque mientras tanto la investigación musicológica sobre el antiguo canto gregoriano había progresado. Sobre todo, gracias al trabajo de los monjes benedictinos franceses de la abadía de Saint-Pierre de Solesmes, que hacia 1880 llevaron a cabo un estudio muy detallado sobre las melodías gregorianas, publicando las antífonas “actualizadas”.
Exactamente. Un trabajo complicado, largo y minucioso. Ahora todos nuestros oficios de las Horas están basados en textos correctos y en una música “más correcta” y oficial, por así decirlo: es decir, en una melodía gregoriana que intenta acercarse más a la auténtica, al menos según los musicólogos de Solesmes.
Yo no soy músico, pero en esta labor también pude contar con la preciosa ayuda de fray Giuseppe Gaffurini, cantor del Santo Sepulcro, de fray Johnny Jallouf y – con el tiempo – también de otros voluntarios.
Estos 53 libretos se refieren a 53 liturgias que incluyen el oficio nocturno cantado. El color sigue el de la liturgia del día y las imágenes de las portadas están tomadas de obras de arte, pinturas y objetos litúrgicos conservados en nuestros conventos y en nuestras comunidades. Esto también permite dar visibilidad al enorme patrimonio artístico que posee la Custodia de Tierra Santa. Una gran parte de estas obras también será mostrada en la sección de Historia del Arte del Terra Sancta Museum.
En la regla de San Francisco está escrito “los frailes deben orar según el modelo y las normas de la Iglesia Romana”: ahora podemos decir que rezamos “con la iglesia de Roma” de una manera más apropiada. Y, además, con estos nuevos libretos, damos a todos los que quieran rezar con nuestra comunidad la posibilidad de seguir más fácilmente el oficio nocturno y la liturgia de la mañana, los laudes y la misa comunitaria cantada.
Silvia Giuliano