“Mil veces Navidad”: así se titula la exposición organizada en Jerusalén, que se puede visitar desde el 7 de diciembre al 2 de febrero en el convento de San Salvador. En la sala de la curia de la Custodia de Tierra Santa, ciento diez pinturas del artista de la región de Marcas Tonino Mauriz, ilustran el misterio de la Navidad.
Pintor, escultor, diseñador, ebanista, Maurizi aúna la experiencia del segundo futurismo de Macerata (Italia) de Ivo Pannagi, con sus estudios en la Academia de Brera, a través de un estilo simple y geométrico, que combina el estilo neoclásico con el diseño industrial. Los intensos colores convierten sus Natividades en algo único. Forma e idea se funden en colores brillantes para representar la escena de Navidad, cada año de forma diferente como regalo para los amigos, de tal forma que de ella parece desprenderse una luz. El rojo, casi omnipresente en sus obras, parece expresar el calor de una luz que es el misterio divino del nacimiento del Salvador Jesucristo.
«La de Maurizi es una mirada conmovedora y profunda, expresada con colores y signos llenos de vida», señalaba el Custodio de Tierra Santa fray Francesco Patton. Es la mirada fascinada de un niño que no puede resistirse al encanto de la Navidad – sostiene fray Armando Pierucci -, la mirada ética dirigida a la unidad de la Sagrada Familia y de la humanidad entera que se estrecha a su alrededor.
Las obras de este emprendedor y esteta sui generis, como se le define en el catálogo de la muestra, ya han sido expuestas en Italia, España, Pekin, Abu Dabi, Bangladesh y Líbano, pero en Jerusalén, cumpliendo un sueño del artista, adquieren un valor único.
«Nos complace recibir en el Terra Sancta Museum esta exposición temporal porque la Custodia defiende la tradición desde hace 800 años, viviendo el presente, tal como muestra el bellísimo belén napolitano permanente que se encuentra en la misma sala – afirmaba fray Stèphane Milovitch, director de bienes culturales de la Custodia -. Nuestro patrimonio de los siglos XX y XXI debe ser valorado y eventos de este tipo hacen que el “nuevo” museo esté vivo, pues también el arte debe estar siempre en sintonía con los tiempos».
La exposición ha sido comisariada por Stefano Papetti y Francesca Maurizi y se ha realizado con el patrocinio del Consulado General de Italia en Jerusalén y con la colaboración de la Custodia de Tierra Santa.
«A través de la mirada del artista, deseamos mil y más pasos en el camino hacia la paz en esta Tierra, para los miles de lugares en los que va a ser Navidad», declaró el cónsul general de Italia, Fabio Sokolovicz.
La inauguración oficial de la exposición tuvo lugar el 7 de diciembre en el salón de la curia de la Custodia de Tierra Santa y contó con la participación del propio artista. «Todavía me cuesta creer que esté en Jerusalén, siempre ha sido mi sueño traer aquí mis obras, expresaba Tonio Maurizi. «Comencé a pintar la Navidad para regalarla como tarjeta de felicitación para amigos y clientes de mi tienda – revelaba el artista – La he pintado en todas partes: en barco, en el monte, al aire libre, en las plazas. Cada año crecía mi entusiasmo. Después de quince años he llegado a enviar cerca de tres mil seiscientas al año».
Durante la inauguración intervinieron fray Stèphane Milovitch, director de bienes culturales de la Custodia, fray David Grenier, secretario de Tierra Santa, que habló en representación del Custodio, y los comisarios de la exposición.
«Mil veces el lápiz de Tonino Maurizi ha dibujado al Niño, el misterio de su nacimiento, la alegría y la fuerza de su familia – afirmaba la comisaria Francesca Maurizi -. Líneas simples pero decididas, golpes de espátula que crean franjas de color intensas y dinámicas, para insertar ese nacimiento en cada lugar, en cada tiempo y en cada espacio de la memoria».
Corrado Scardigno - Terra Sancta Museum
Beatrice Guarrera - Custodia di Terra Santa
