La FFHL junto a la Custodia para dar esperanza a los cristianos de Tierra Santa | Custodia Terrae Sanctae

La FFHL junto a la Custodia para dar esperanza a los cristianos de Tierra Santa

Educación, ecumenismo, cultura, custodia de los Santos Lugares: son las áreas de actividad que los frailes franciscanos desarrollan en Tierra Santa. Además de trabajadores y voluntarios, junto a ellos trabajan cada día de forma invisible miles de benefactores. La Fundación Franciscana para Tierra Santa (Franciscan Foundation for the Holy Land - FFHL) es una de las fundaciones que más contribuye al sostenimiento de la Custodia y, a través de ella, muchos donantes de Estados Unidos hacen llegar sus contribuciones a Tierra Santa. La dirige desde sus comienzos fray Peter Vasko, fraile americano con un pasado como hombre de negocios. «En 1994 el antiguo Custodio fray Giuseppe Nazzar, teniendo en cuenta mi experiencia en marketing y relaciones públicas, me pidió considerar establecer una fundación en Estados Unidos – cuenta fray Peter -. Dos años más tarde se fundó oficialmente la Fundación Franciscana para Tierra Santa, para ayudar a los programas humanitarios de la Custodia para frenar el éxodo cristiano».

ESTRUCTURA. La fundación continuó después organizándose. «Fray Artemio Vitores (actualmente guardián del convento de Belén) me presentó a Denise Scalzo, que es la vicepresidente en la actualidad. Es colaboradora y profesional», explica fray Peter. En el comité de dirección hay veinte personas altamente cualificadas, junto a dos cardenales, el nuncio apostólico en EEUU y otros dos obispos. En el equipo también hay un responsable de relaciones públicas, que tiene cinco personas a su cargo, además del departamento de contabilidad, en el que trabajan quince personas en Washington D.C. La FHHL tiene varias sedes regionales en Indiana, Texas, Ohio, Florida y Nebraska, respectivamente en Indianápolis, Dallas, Columbus, Orlando y Lincoln. El presidente, fray Peter Vasko, está establecido en Jerusalén, pero viaja varias veces al año para ocuparse de las actividades de la fundación y reunirse con los benefactores. La suya fue una verdadera vocación franciscana: «A los treinta años me había convertido en un exitoso directivo de marketing, con casas, coches y riqueza, cosas que en el mundo empresarial son símbolo de éxito material. Sin embargo, sentía un vacío dentro. Así que pasé el año siguiente rezando durante los fines de semana en un monasterio trapense, reflexionando sobre quién era y qué quería Dios de mí». A partir de ahí se produjo el cambio: «Vi que las cosas materiales no dan la felicidad, pero sí la da una vida dedicada a Dios y a su pueblo. Lo que encontré fue la “perla de gran valor”. Vendí todo, solicité entrar en el monasterio de la Custodia en Washington D.C. y así comencé mi vida como franciscano».

PROYECTOS FINANCIADOS. El mayor proyecto de recaudación de fondos es para becas de estudios universitarios. El presidente de la Fundación tiene claro su objetivo: «Lo hacemos por el futuro de la comunidad cristiana. Formamos a los futuros líderes». Son ya 165 estudiantes los graduados gracias a este proyecto y otros 254 están aún realizando sus estudios.
En el campo de la música, la FHHL ya ha concedido otras 100 becas de estudio para el Magnificat, el Instituto musical de la Custodia de Tierra Santa.
Cada año, se gastan más de 35.000 dólares en medicinas para el departamento de servicios sociales de Belén, que ayuda a más de 100 familias.
En Belén, la FHHL gestiona la Casa del Niño, una casa para niños entre 8 y 14 años que viven en situaciones familiares difíciles, con personal profesional y maestros que crean un ambiente sano en el que crecer.
En el ámbito de la construcción, la FHHL ha dedicado 2,6 millones de dólares para construir 26 apartamentos para familias cristianas en el área de Jerusalén/Belén.
La FHHL también está comprometida en el desarrollo de programas deportivos como el “Niños sin fronteras” (“Children Without Borders”), que proporciona uniformes, equipamiento, sueldos para los entrenadores y transporte a los partidos de fútbol para más de 1250 niños de Jericó, Yenín, Belén, Beit-Jalal y Beit-Sahour.
Para hacerse una idea del enorme apoyo que la FHHL presta a Tierra Santa, basta considerar que solo en 2017 ha donado a la Custodia aproximadamente 1,6 millones de dólares, y la cifra aumenta cada año.

REUNIÓN CON LOS DONANTES. El trabajo de la fundación también se centra en la sensibilización de la opinión pública sobre las dificultades afrontadas por los cristianos en Tierra Santa. El mejor modo de hacerlo es celebrando encuentros de peregrinos de distintos países, que se reúnen con los habitantes locales. En estas ocasiones, fray Peter reúne a muchos estudiantes de la FHHL, graduados o profesionales, para que cuenten a los peregrinos las dificultades que tienen que soportar como cristianos en Tierra Santa. «Los asistentes escuchan un testimonio vivo hablando de su vida, de sus dificultades y de sus éxitos aquí en Tierra Santa», explica fray Peter. Muchos de ellos se sienten conmovidos por los sufrimientos que afrontan los cristianos y, con sus donaciones, intentan contribuir a garantizar que la presencia de los cristianos en Tierra Santa pueda continuar.

ESPERANZA PARA LOS CRISTIANOS DE TIERRA SANTA. Nuestro fundador es Jesús, que nació en esta tierra. Si no tenemos el sentido de quiénes somos y de nuestra herencia, ¿cómo podemos decir que seguimos a Cristo? – afirma fray Peter -. Sin la Iglesia de Jerusalén, ¿cómo puede haber una Iglesia en Londres, San Francisco, Nueva York? El presidente de la Fundación Franciscana para Tierra Santa está plenamente convencido de ello y para eso viaja y trabaja cada día. En su última visita a Estados Unidos se reunió con gente de 13 ciudades distintas y, gracias a la ayuda de tres captadores de fondos, encontró nuevos donantes generosos.
Pero ¿por qué alguien debería ayudar a Tierra Santa? Porque, como fray Peter ha dicho muchas veces: «Es la cuna del cristianismo y está muriendo. Y nosotros, como Cuerpo místico de Cristo, tenemos la obligación de mantenerla con vida. Si no lo hacemos, los Santos Lugares de la cristiandad se convertirán en simples monumentos vacíos y museos religiosos sin una comunidad viva en adoración. Dando esperanza a los jóvenes cristianos aquí en Tierra Santa, a través de los distintos programas humanitarios, especialmente en el campo de la educación, conservaremos y mantendremos la presencia cristiana en Tierra Santa para el futuro. Esto es lo que hace la Fundación Franciscana para Tierra Santa».

Beatrice Guarrera