ingresso solenne del Card. Dominik Duka | Custodia Terrae Sanctae

Jerusalén: ingreso solemne del cardenal Dominik Duka

El 15 de marzo una delegación de la Custodia de Tierra Santa recibió en la Puerta Nueva a la Conferencia Episcopal de la República Checa, encabezada por el cardenal DominikDuka, arzobispo de Praga.

Según el Status Quo vigente – es decir, el conjunto de tradiciones históricas, reglas y leyes que establece las relaciones, actividades y movimientos que tienen lugar en las basílicas cuya propiedad está asignada a más de una confesión cristiana – los cardenales que lo soliciten tienen derecho a ser recibidos solemnemente en el interior de la basílica del Santo Sepulcro de Jerusalén y, en este caso, la celebración sigue la liturgia tradicional reservada para los ingresos solemnes de los jefes de las distintas confesiones cristianas, a la que se añade ocasionalmente el saludo frente a la entrada cerrada de la  basílica del Sepulcro.

Una vez abierto el gran portón de entrada del Santo Sepulcro, el cardenal y los obispos checos accedieron a la basílica. El segundo recibimiento, después de besar la Piedra de la Unción, fue el del Custodio de Tierra Santa, fray Francesco Patton. El Custodio primero ofreció al arzobispo de Praga el agua bendita para la aspersión de los fieles presentes, mientras se cantaba el Te Deum, y después dirigió al cardenal Duka unas palabras de bienvenida.  “En esta Tierra bendita y santa – dijo el Custodio – no faltan tensiones, problemas y dificultades que a veces se radicalizan y desembocan en formas de violencia que, inevitablemente, causan sufrimiento a muchas personas. Pero creemos que el sueño de Dios para esta Tierra Santa es un sueño de paz, una esperanza que encuentra su fundamento precisamente en este lugar donde Cristo se entregó a sí mismo por la reconciliación y la pacificación del cielo y la tierra”.

La celebración continuó en el espacio ante el Edículo de la Resurrección, rodeado de un gran número de peregrinos.  Tomó la palabra monseñor PierbattistaPizzaballa, administrador apostólico del Patriarcado Latino de Jerusalén, que renovó la bienvenida evocando la escena de la entrada triunfante de Jesús en la Ciudad Santa, poco antes de entregarse para nuestra salvación. “Aquí – dijo monseñor Pizzaballa – su presencia, su oración, su acto de fe renovado, nos ayuda a ver más allá del sufrimiento, las dificultades y la pobreza, a mirarnos unos a otros con benevolencia, para mirar siempre más allá del horizonte”. 

Antes de la bendición solemne impartida por el Custodio fray Patton, Su Eminencia el cardenal DominikDuka concluyó agradeciendo a los asistentes su calurosa acogida.  “Jerusalén no es solo un lugar de dolor, en el que Cristo murió como víctima por nosotros”, declaró, “sino que debe ser también un lugar de gran alegría y esperanza para todos porque Cristo resucitó aquí”.

Giovanni Malaspina