El pasado domingo, 9 de julio de 2006, un anhelado acontecimiento tuvo lugar en el convento de San Salvador de Jerusalén. Se trataba del concierto de la Joven Orquesta de Viento de la ciudad de Cisterno, provincia de Brindisi, en la región Puglia (Italia).
Estos jóvenes instrumentistas han aprovechado su estancia como peregrinos en Tierra Santa para hacer su presentación oficial en cuatro ciudades de Israel (Tel Aviv, Jerusalén, Acre, Nazaret), aunque han ofrecido conciertos más o menos improvisados en todos los lugares por donde han pasado, transmitiendo así, por medio de la música, su mensaje de Esperanza y de Paz para este país. Es cierto que la música es universal, pero, aquella tarde, los asientos estaban decorados con banderas italianas. ¡La final de la Copa del Mundo de fútbol, nada menos! Con todo, es digna de admirar la profesionalidad de estos jóvenes intérpretes, que no permitieron ni una distracción hacia lo que –es justo decirlo– ocupaba las mentes de todos…
Con el horario del concierto adelantado por fuerza mayor, el público se dejó llevar por el arrebatador ritmo de Puccini y Verdi, las canciones napolitanas y algunas composiciones del Director de Orquesta, el maestro Donato Semeraro. «Normalmente, el concierto suele acabar con O sole mio», decía el Padre Quirico, entre nervioso y travieso… Y el público terminó reclamando su interpretación. A la conclusión del concierto, el Padre Artemio Vitores, Vicario de la Custodia, dirigió unas palabras de agradecimiento a la Orquesta y a los organizadores de la gira: el Padre Pio d’Andola, comisario de Tierra Santa en las regiones de Puglia y Molise, el Sr. Vitino Zizzi y el Padre Quirico Calella, franciscano párroco de Acre de Galilea y director del Colegio ‘Tierra Santa’ de esa misma ciudad. Impuso también la medalla del peregrino al Director de la Orquesta, Donato Semeraro.
Nunca en la historia franciscana se vio a una orquesta y a un público liar los bártulos de manera tan acelerada. Y es que todavía no habían dado las nueve de la noche: aún había tiempo… Dos horas más tarde, y con la Copa del Mundo en las retinas y en los corazones, la Orquesta aún tuvo aliento para animar las calles de la parte nueva de Jerusalén. Conquistada la Plaza del Ayuntamiento, donde había instalada una pantalla gigante para unos 4.000 aficionados, la Orquesta dispuso allí del escenario más adecuado para sus múltiples interpretaciones del himno nacional italiano, algunas canciones de la tradición judía y la expresión de su alegría desbordante.
Por Italia, aquella noche, sonaron solemnes los claros clarines…
¡Enhorabuena!
¡Y gracias!
MAB
Otras fechas. Acre-Citadel Knights refectory: martes, 11 de julio, a las 20′00 horas; Nazaret-Terra Santa School Yard: miércoles, 12 de julio, a las 20′00 horas.
Estos jóvenes instrumentistas han aprovechado su estancia como peregrinos en Tierra Santa para hacer su presentación oficial en cuatro ciudades de Israel (Tel Aviv, Jerusalén, Acre, Nazaret), aunque han ofrecido conciertos más o menos improvisados en todos los lugares por donde han pasado, transmitiendo así, por medio de la música, su mensaje de Esperanza y de Paz para este país. Es cierto que la música es universal, pero, aquella tarde, los asientos estaban decorados con banderas italianas. ¡La final de la Copa del Mundo de fútbol, nada menos! Con todo, es digna de admirar la profesionalidad de estos jóvenes intérpretes, que no permitieron ni una distracción hacia lo que –es justo decirlo– ocupaba las mentes de todos…
Con el horario del concierto adelantado por fuerza mayor, el público se dejó llevar por el arrebatador ritmo de Puccini y Verdi, las canciones napolitanas y algunas composiciones del Director de Orquesta, el maestro Donato Semeraro. «Normalmente, el concierto suele acabar con O sole mio», decía el Padre Quirico, entre nervioso y travieso… Y el público terminó reclamando su interpretación. A la conclusión del concierto, el Padre Artemio Vitores, Vicario de la Custodia, dirigió unas palabras de agradecimiento a la Orquesta y a los organizadores de la gira: el Padre Pio d’Andola, comisario de Tierra Santa en las regiones de Puglia y Molise, el Sr. Vitino Zizzi y el Padre Quirico Calella, franciscano párroco de Acre de Galilea y director del Colegio ‘Tierra Santa’ de esa misma ciudad. Impuso también la medalla del peregrino al Director de la Orquesta, Donato Semeraro.
Nunca en la historia franciscana se vio a una orquesta y a un público liar los bártulos de manera tan acelerada. Y es que todavía no habían dado las nueve de la noche: aún había tiempo… Dos horas más tarde, y con la Copa del Mundo en las retinas y en los corazones, la Orquesta aún tuvo aliento para animar las calles de la parte nueva de Jerusalén. Conquistada la Plaza del Ayuntamiento, donde había instalada una pantalla gigante para unos 4.000 aficionados, la Orquesta dispuso allí del escenario más adecuado para sus múltiples interpretaciones del himno nacional italiano, algunas canciones de la tradición judía y la expresión de su alegría desbordante.
Por Italia, aquella noche, sonaron solemnes los claros clarines…
¡Enhorabuena!
¡Y gracias!
MAB
Otras fechas. Acre-Citadel Knights refectory: martes, 11 de julio, a las 20′00 horas; Nazaret-Terra Santa School Yard: miércoles, 12 de julio, a las 20′00 horas.