La Custodia de Tierra Santa llega también a Buenos Aires. En la ciudad argentina se encuentra una escuela de la Custodia llamada Instituto Tierra Santa. “Tenemos 800 alumnos en todo el ciclo escolar, infantil, primaria y secundaria – explica fray Rafael Sube Jiménez, representante legal de la escuela -. El 90% son cristianos y el resto en su mayoría de otras religiones de origen chino”.
Los niños del Instituto Tierra Santa empiezan a los tres años y terminan a los diecisiete o dieciocho. La escuela está dirigida principalmente por laicos.
“Existe un fuerte vínculo con la Tierra Santa – continúa fray Rafael -. Hace ocho años comenzamos a dar a conocer a los estudiantes, profesores y padres la Custodia de Tierra Santa. También estamos empezando a llevarles a Tierra Santa en peregrinaciones. Todo esto desde 2009, el año en que llegué”. El fraile franciscano se tomó un tiempo para conocer la realidad de la escuela de Buenos Aires, y después comenzó a desarrollar actividades para conseguir que la Tierra Santa sea algo vivo y conocido.
“Empezamos a trabajar sobre San Francisco y el amor por la Custodia de Tierra Santa – cuenta fray Rafael -. Sin embargo, la diferencia entre la nuestra y otras escuelas de la Custodia es que nuestros alumnos son, sobre todo, cristianos. Esto nos permite desarrollar actividades diferentes”.
Así, los niños y jóvenes son acompañados en un recorrido catequético que va avanzando año tras año, a través también de gestos simbólicos. Los que se encuentran en el nivel inicial tienen un primer encuentro con la imagen de San Francisco de Asís y de la Iglesia, mediante celebraciones adaptadas a su edad, con oraciones y canciones para niños. Cuando se pasa al nivel primario, tras una serie de catequesis, llega la enseñanza del Padrenuestro, la figura de María, la palabra, la primera comunión, la entrega del rosario misionero, de la Tau y el sacramento de la Confirmación. Después, se realizan proyectos misioneros con el estilo franciscano en distintos entornos. Al llegar al nivel secundario se convierten en jóvenes animadores franciscanos, que tienen la tarea de ser solidarios con las comunidades de necesitados. Todos los niveles se relacionan con la Custodia de Tierra Santa a través de las visitas de los directores generales de las escuelas de la Custodia.
De esta forma, los jóvenes de Buenos Aires están motivados para visitar la tierra de Jesús, para que la Custodia de Tierra Santa sea un instrumento que llame a todos, incluso a los lejanos, a los lugares de la fe.
