Serie sobre las escuelas de la Custodia. De viaje por Haifa. Es la escuela más reciente de la Custodia, que retomó su gestión en septiembre de 2014.
El nombre sigue igual: «Escuela italiana de las carmelitas», aunque esta escuela de Haifa ahora la administra un fraile franciscano.
En Haifa, al Norte de Israel, a algunos kilómetros del monasterio Stella Maris, se encuentra la «Escuela italiana de las carmelitas». Para llegar a ella partiendo del monasterio, es preciso descender tomando la carretera que bordea la ladera del monte Carmelo. La misma carretera que recorren en subida los cristianos locales en su peregrinación por la Virgen, en julio.
Una joven mujer espera con otros alumnos la apertura de las puertas de la escuela. «¿Es usted estudiante?», preguntan los estudiantes sonriendo mientras están atentos a la respuesta. «No –responde con voz sonriente-, soy una profesora, profesora de artes plásticas». Una vez pasado el umbral de la puerta, un pasillo a cielo abierto, que separa el instituto, a la izquierda, del colegio, a la derecha, aparece ante el visitante. El guardián con acento ruso y voz ronca nos indica en hebreo la dirección correcta para encontrar al franciscano italiano, fray Arturo Vasaturo, el nuevo supervisor general de la escuela (1).
A principios del siglo XX, tres religiosas carmelitas desembarcaron en el puerto de Haifa y se instalaron en un barrio residencial no lejano de la costa. Enseñaban a las alumnas costura y bordado; más tarde también música e idiomas. Durante más de un siglo, la escuela fue agrandándose progresivamente. Se construyó y se compraron los terrenos adyacentes. La casa, convertida en establecimiento, aumento pero sin perder su fascinación familiar.
Las religiosas conocen uno a uno a los estudiantes que frecuentan la escuela y sus familias se suceden desde hace generaciones. Sor María Esther Bisharat es carmelita. Nacida en Nazaret, enseña catecismo e italiano desde 2007. «En esta escuela caminamos hacia lo alto», dice la religiosa utilizando una metáfora árabe para expresar la excelencia, y los resultados lo demuestran. «Pero lo más importante es mantener y alimentar la vida espiritual de los estudiantes en el respeto a sus amigos musulmanes, drusos y judíos».
Giselle Abu-Ayub y Raguida Dahud, las directores del instituto y del colegio, y fray Arturo, reconocen la singularidad de la escuela y su potencial en valores. Es una escuela cristiana en su mayoría. El acento se coloca tanto en la formación científica como en los valores humanos. Su educación de calidad y los valores de que es portadora, atraen al resto de confesiones de lengua árabe desde hace generaciones. «La educación –explica fray Arturo- es educar e instruir. Por lo tanto, no es solo instruir. La escuela es un vivero, un seminarium, y las condiciones de Haifa son ideales: es una ciudad dulce y serena y la escuela es pequeña y familiar».
El cambio de dirección se ha hecho con reconocimiento a la herencia de las religiosas y la acogida a los frailes. La señora Abu-Ayub, que ha pasado 37 años en esta escuela como estudiante, profesora y ahora directora del instituto, se siente en casa en la escuela. «Sabíamos que Tierra Santa, las escuelas de la Custodia de Tierra Santa, tenían un nivel excelente, pero no sabíamos más. Desde julio, cada día que pasa nos lo confirma».
La escuela italiana de las carmelitas sigue el sistema pedagógico israelí y prepara a los alumnos para la realidad del país, como sucede con las escuelas de la Custodia. Además, la escuela ofrece cursos de italiano a los estudiantes que lo desean. La escuela ofrece también árabe, hebreo, inglés e italiano. La señora Daud, directora del colegio, quiere que sus alumnos crezcan en un espíritu cristiano auténtico. Subraya la importancia de apoyar a los estudiantes, pero también a los profesores, para que ambos puedan entregarse enteramente. Trabajando en nuevas actividades, los estudiantes tendrán que afrontar nuevos puntos de vista, nuevas sensibilidades y horizontes para llevar su propio país a nuevos horizontes intelectuales, lingüísticos y culturales. «Mi misión –añade la señora Daud- es la de transmitir a los estudiantes, a través de mi trabajo, el mensaje que nos dio Cristo, el amor de la transmisión y, sobre todo, el amor al prójimo»
Fray Arturo subraya la importancia de la madurez en los valores y en la fe cristiana, y destaca su importancia para la formación humana: «Estamos aquí para todos los habitantes de Haifa, al servicio de los cristianos y de toda la población. Queremos acompañar a las generaciones de cristianos laicos y responsables de su futuro socio-económico, para que pueden enraizarse y permanecer aquí». El fraile subraya el sentido de urgencia y el camino lúcido que deben adoptar las escuelas cristianas de Israel. «No hay que perder el tiempo porque aquí, para sobrevivir, es necesario ser el mejor en todos los campos».
Haifa es célebre por su serenidad, su tolerancia religiosa, su carácter político. El secreto de su dulzura se debe quizá a su cercanía al mar y, más concretamente, a la inmigración tan variada en el seno de la población judía. De cualquier forma, la escuela italiana de las carmelitas se aprovecha de esta situación en la construcción de un porvenir más seguro y prometedor a los cristianos locales y a las generaciones futuras.
Nizar Halloun
1. Para descubrir el sitio en internet de la escuela, clica aquí
http://carmelite.edu-haifa.org.il/
Información breve:
- Nombre : Escuela italiana de las carmelitas
- Lugar: Haifa, ciudad vieja
- Fecha de fundación: 1907
Dirección:
- Fray Arturo Vasarturo, supervisor general
- Giselle Abu-Ayub, directora del instituto
- Raguida Dahud, directora del colegio
- Número de estudiantes:758 (año 2014-2015)
- Equipo docente: 62 empleados
- Número de clases: elemental-bachillerato
- Religiones representadas: 85,5% cristianos, 14% musulmanes, 0,5% drusos
- Población: 275.000 habitantes
- Ciudad mixta : 82% judíos (de los que el 25% son inmigrantes de la ex Unión Soviética), 14% cristianos, 4% musulmanes, 2% otros.
1. Sobre el traspaso de la dirección de la escuela a la Custodia, véase el artículo:
(ES) Los franciscanos, en septiembre, estarán en Haifa, para el inicio del año escolar
http://es.custodia.org/default.asp?id=784&id_n=27599&Pagina=7
Acre, una escuela en el caravasar
Nazaret: camino de la ciudadanía respetando la identidad propia
Terra Santa School de Jafa : estudiantes árabes en el corazón de la sociedad israelí
Ramla, una comunidad cristiana aislada pero abierta al mundo
El nombre sigue igual: «Escuela italiana de las carmelitas», aunque esta escuela de Haifa ahora la administra un fraile franciscano.
En Haifa, al Norte de Israel, a algunos kilómetros del monasterio Stella Maris, se encuentra la «Escuela italiana de las carmelitas». Para llegar a ella partiendo del monasterio, es preciso descender tomando la carretera que bordea la ladera del monte Carmelo. La misma carretera que recorren en subida los cristianos locales en su peregrinación por la Virgen, en julio.
Una joven mujer espera con otros alumnos la apertura de las puertas de la escuela. «¿Es usted estudiante?», preguntan los estudiantes sonriendo mientras están atentos a la respuesta. «No –responde con voz sonriente-, soy una profesora, profesora de artes plásticas». Una vez pasado el umbral de la puerta, un pasillo a cielo abierto, que separa el instituto, a la izquierda, del colegio, a la derecha, aparece ante el visitante. El guardián con acento ruso y voz ronca nos indica en hebreo la dirección correcta para encontrar al franciscano italiano, fray Arturo Vasaturo, el nuevo supervisor general de la escuela (1).
A principios del siglo XX, tres religiosas carmelitas desembarcaron en el puerto de Haifa y se instalaron en un barrio residencial no lejano de la costa. Enseñaban a las alumnas costura y bordado; más tarde también música e idiomas. Durante más de un siglo, la escuela fue agrandándose progresivamente. Se construyó y se compraron los terrenos adyacentes. La casa, convertida en establecimiento, aumento pero sin perder su fascinación familiar.
Las religiosas conocen uno a uno a los estudiantes que frecuentan la escuela y sus familias se suceden desde hace generaciones. Sor María Esther Bisharat es carmelita. Nacida en Nazaret, enseña catecismo e italiano desde 2007. «En esta escuela caminamos hacia lo alto», dice la religiosa utilizando una metáfora árabe para expresar la excelencia, y los resultados lo demuestran. «Pero lo más importante es mantener y alimentar la vida espiritual de los estudiantes en el respeto a sus amigos musulmanes, drusos y judíos».
Giselle Abu-Ayub y Raguida Dahud, las directores del instituto y del colegio, y fray Arturo, reconocen la singularidad de la escuela y su potencial en valores. Es una escuela cristiana en su mayoría. El acento se coloca tanto en la formación científica como en los valores humanos. Su educación de calidad y los valores de que es portadora, atraen al resto de confesiones de lengua árabe desde hace generaciones. «La educación –explica fray Arturo- es educar e instruir. Por lo tanto, no es solo instruir. La escuela es un vivero, un seminarium, y las condiciones de Haifa son ideales: es una ciudad dulce y serena y la escuela es pequeña y familiar».
El cambio de dirección se ha hecho con reconocimiento a la herencia de las religiosas y la acogida a los frailes. La señora Abu-Ayub, que ha pasado 37 años en esta escuela como estudiante, profesora y ahora directora del instituto, se siente en casa en la escuela. «Sabíamos que Tierra Santa, las escuelas de la Custodia de Tierra Santa, tenían un nivel excelente, pero no sabíamos más. Desde julio, cada día que pasa nos lo confirma».
La escuela italiana de las carmelitas sigue el sistema pedagógico israelí y prepara a los alumnos para la realidad del país, como sucede con las escuelas de la Custodia. Además, la escuela ofrece cursos de italiano a los estudiantes que lo desean. La escuela ofrece también árabe, hebreo, inglés e italiano. La señora Daud, directora del colegio, quiere que sus alumnos crezcan en un espíritu cristiano auténtico. Subraya la importancia de apoyar a los estudiantes, pero también a los profesores, para que ambos puedan entregarse enteramente. Trabajando en nuevas actividades, los estudiantes tendrán que afrontar nuevos puntos de vista, nuevas sensibilidades y horizontes para llevar su propio país a nuevos horizontes intelectuales, lingüísticos y culturales. «Mi misión –añade la señora Daud- es la de transmitir a los estudiantes, a través de mi trabajo, el mensaje que nos dio Cristo, el amor de la transmisión y, sobre todo, el amor al prójimo»
Fray Arturo subraya la importancia de la madurez en los valores y en la fe cristiana, y destaca su importancia para la formación humana: «Estamos aquí para todos los habitantes de Haifa, al servicio de los cristianos y de toda la población. Queremos acompañar a las generaciones de cristianos laicos y responsables de su futuro socio-económico, para que pueden enraizarse y permanecer aquí». El fraile subraya el sentido de urgencia y el camino lúcido que deben adoptar las escuelas cristianas de Israel. «No hay que perder el tiempo porque aquí, para sobrevivir, es necesario ser el mejor en todos los campos».
Haifa es célebre por su serenidad, su tolerancia religiosa, su carácter político. El secreto de su dulzura se debe quizá a su cercanía al mar y, más concretamente, a la inmigración tan variada en el seno de la población judía. De cualquier forma, la escuela italiana de las carmelitas se aprovecha de esta situación en la construcción de un porvenir más seguro y prometedor a los cristianos locales y a las generaciones futuras.
Nizar Halloun
1. Para descubrir el sitio en internet de la escuela, clica aquí
http://carmelite.edu-haifa.org.il/
Información breve:
- Nombre : Escuela italiana de las carmelitas
- Lugar: Haifa, ciudad vieja
- Fecha de fundación: 1907
Dirección:
- Fray Arturo Vasarturo, supervisor general
- Giselle Abu-Ayub, directora del instituto
- Raguida Dahud, directora del colegio
- Número de estudiantes:758 (año 2014-2015)
- Equipo docente: 62 empleados
- Número de clases: elemental-bachillerato
- Religiones representadas: 85,5% cristianos, 14% musulmanes, 0,5% drusos
- Población: 275.000 habitantes
- Ciudad mixta : 82% judíos (de los que el 25% son inmigrantes de la ex Unión Soviética), 14% cristianos, 4% musulmanes, 2% otros.
1. Sobre el traspaso de la dirección de la escuela a la Custodia, véase el artículo:
(ES) Los franciscanos, en septiembre, estarán en Haifa, para el inicio del año escolar
http://es.custodia.org/default.asp?id=784&id_n=27599&Pagina=7
Acre, una escuela en el caravasar
Nazaret: camino de la ciudadanía respetando la identidad propia
Terra Santa School de Jafa : estudiantes árabes en el corazón de la sociedad israelí
Ramla, una comunidad cristiana aislada pero abierta al mundo