Congreso Internacional de Comisarios de Tierra Santa: fray Matteo Brena | Custodia Terrae Sanctae

Congreso Internacional de Comisarios de Tierra Santa: fray Matteo Brena

Del 26 de noviembre al 2 de diciembre el convento de San Salvador en Jerusalén acogerá el IV Congreso Internacional de Comisarios de Tierra Santa. Para esta ocasión, varios comisarios han decidido contarnos su experiencia de “puentes entre la Custodia de Tierra Santa y los cristianos locales” del territorio en que desarrollan esta misión.

El Congreso, titulado “Pastoral de la peregrinación: Acogida – Memoria – Evangelización”, contará con la intervención de varias personalidades del mundo eclesiástico y el relato directo de las experiencias de los comisarios. También habrá un espacio dedicado a las visitas guiadas a algunos lugares: Samaria, la Cúpula de la Roca, el Herodión.

El domingo 2 de diciembre la celebración del comienzo del Adviento en la iglesia de Santa Catalina “ad Nativitatem” en Belén, marcará la conclusión del trabajo.
Una breve presentación.

Me llamo fray Matteo Brena. Nací en 1980 en la provincia de Bérgamo y crecí cerca de Milán. Soy graduado en Publicidad Gráfica y en restauración de policromía en madera.

Actualmente vivo en el convento de Pisa, centro de pastoral juvenil de la provincia toscana de San Francisco Estigmatizado, en la que soy Comisario de Tierra Santa.

En su historia personal ¿qué le vincula a Tierra Santa?

Mi vocación surgió de forma clara visitando el santuario de la Verna, lugar de los estigmas de Francisco, llamado actualmente “Calvario Franciscano”. Ese misterio de amor y dolor que Francisco aceptó en su carne como signo de la pasión no puede comprenderse completamente sin haber atravesado el Quinto Evangelio.
Así lo comprendí en 2009 cuando tuve la gracia de vivir la Semana Santa en Jerusalén junto a mis compañeros de estudios.

¿Cuánto hace que está presente en su territorio la Comisaría que representa?

La Comisaría de Tierra Santa en la Toscana existe con certeza desde los
primeros años del 1600. Sin embargo, los vínculos profundos con Tierra Santa se remontan a 1500, cuando Tomás de Florencia, en su regreso desde Chipre y Jerusalén, hizo construir en la campiña florentina el célebre Calvario de San Vivaldo.

Después de tres siglos de presencia en el convento de Livorno, destruido en la Segunda Guerra Mundial, la Comisaría se estableció en Pistoia hasta los años noventa. Actualmente, la sede de la Comisaría está en el convento de San Salvador en el Monte de las Cruces de Florencia, centro para la evangelización y la misión de la provincia. Este lugar histórico de retiro es donde San Leonardo de Puerto Mauricio, creador y propagador de la práctica del Vía Crucis, realizaba sus apasionados sermones que atraían a miles de personas.

¿Qué significa para usted ser “puente entre la Tierra Santa y los cristianos” en su territorio?
Ser puentes entre la compleja y polifacética tierra de Jesús y las comunidades cristianas toscanas es un gran reto y requiere mucha energía. En resumen, para mí es una experiencia de evangelización, relación y comunión. Siento que este “ser puente” está en completa sintonía con el carisma franciscano. Encuentro, escuchar y compartir son palabras clave de este servicio.

¿De qué forma se pone en práctica ser puente?

Se realiza a través de las actividades habituales de la comisaría como las jornadas pro Terra Sancta y la propuesta de peregrinaciones que, además de la visita a los santos lugares, siempre incluyen un encuentro con la realidad local o la realidad de la Custodia.
Claramente, en un contexto secularizado como la Toscana, es necesario buscar continuamente nuevas formas de encuentro con realidades que también están lejos de los entornos eclesiales. Esto está ocurriendo a través de reuniones informativas sobre la realidad de los cristianos de Tierra Santa en las universidades y escuelas secundarias, pero también mediante eventos artísticos que tienen como objetivo divulgar y también apoyar económicamente la obra de la Custodia de Tierra Santa.